Los desechos son un gran problema tanto a nivel rural como urbano, estimándose que el 50% de ellos son de origen orgánico. A través del vermicompost y el aprovechamiento de desechos a través de la transformación del material orgánico puede llegar a ser de gran importancia para la sustentabilidad del predio o huerto al contribuir al reciclaje interno de nutrientes y al ayudar al ahorro productivo-doméstico por la menor adquisición de insumos externos.
Plagas de caracoles y babosas (limacos) pueden convertirse en una de las plagas más voraces que podemos sufrir en el jardín o en nuestra huerta ecológica.
Hay veces en las que no disponemos de este compost estable, maduro y tenemos que recurrir a otras soluciones como el compostaje rápido. Te proponemos un compost de 14-20 días.
La mosca de alas manchadas es una especie plaga que fue detectada el 2017 en el sur de Chile y actualmente se encuentra establecida también en la región de Valparaíso.
El vermicompostaje es el proceso de transformación de residuos orgánicos de origen predial o domiciliario en un material que puede utilizarse como abono para plantas o acondicionador de suelos; este material se denomina lombricompost o humus de lombriz.
“Formación en producción ecológica para el impulso del empleo verde y la transición agroecológica”, tiene el objetivo de contribuir a la mejora de la cualificación profesional
Los métodos convencionales que se usan para el control de las plagas en la agricultura, huertos y/o jardines pueden tener daños colaterales: acabar con la fauna auxiliar, con la flora bacteriana de la rizosfera o con las micorrizas del suelo, a la vez que contaminan acuíferos, ríos o arroyos, y finalmente los océanos. Es por esto que se recurre a remedios naturales contra plagas.
Hoy se distingue entre malezas y cultivos gracias a Greeneye que convierte en inteligentes a las máquinas rociadoras para mejorar la producción y ser amigable con el entorno
El estudio realiza un análisis de los datos de comercialización de plaguicidas en España, entre los años 2011 y 2018, y concluye que no existe una reducción del riesgo para la salud humana.
Se estima que un metro cuadrado de suelo vivo contiene 10 millones de nemátodos, 100 mil colémbolos, 45 mil anélidos y unos 40 mil insectos y ácaros.