Durante la jornada de ayer (lunes) medios australianos alertaron sobre nueve casos de hepatitis A en el país, cuyo origen estaría en el consumo de arándanos provenientes de Chile y China. El hecho llamó la atención de los exportadores y medios, por lo que la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile A.G. (Asoex), descartó cualquier vinculación con el brote de la enfermedad.

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De acuerdo a la asociación, los arándanos chilenos cumplen con los más altos estándares fitosanitarios, por lo que no es posible que la enfermedad haya llegado de forma directa al mercado australiano.

“Las exportaciones de arándanos frescos de Chile, así como otros berries, no están autorizados a ingresar al mercado de Australia.  Por lo cual, es imposible que se trate  de producto enviado en forma directa desde nuestro país a ese mercado”, aseveró la organización en un comunicado.

Asimismo, señalan que la información se  refiere a “productos congelados, que fueron re-empacados y manipulados en China, donde  un grupo de arándanos chilenos habrían sido mezclados con frutillas, moras y frambuesas producidas,  al parecer,  en el mercado chino,  situación que podría haber derivado en una contaminación”, agrega el documento.

Cabe señalar que la situación está en pleno desarrollo y bajo investigación, por lo que no existe claridad respecto al origen del brote de hepatitis A.

Sin embargo, el gremio asevera que los arándanos chilenos se producen y exportan cumpliendo con los más altos estándares de calidad, seguridad alimentaria e inocuidad.

“Nunca han sido protagonistas de ningún problema que atente a la salud de las personas en ninguno de los mercados de destino”.

“En consecuencia, descartamos cualquier responsabilidad que pueda ser endosada a nuestros productos, especialmente cuando éstos han sido manipulados por terceros y formando parte de un conjunto de productos de diversa procedencia en forma posterior a su despacho y envase original”, concluye el comunicado.

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