Impacto de la generación más joven en el mercado del chile

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Impacto de la generación más joven en el mercado del chile

Probablemente, los supermercados contarán con un mayor stock de chiles (chilli peppers) en el futuro dado que la generación más joven está dispuesta a probar nuevos sabores.

Esta es la opinión del experto internacional en capsicum, el Dr. Paul Bosland, director del Chile Pepper Institute en la Universidad Estatal de Nuevo México y conocido popularmente como “The Chileman” (El Hombre del Chile).

“Si nos remontamos 30 años, probablemente había dos salsas calientes en EE.UU., algo llamado Tabasco y otra que llamamos salsa picante de Louisiana. Hoy en día hay probablemente 10 o 15, y cientos en Internet”, señaló Bosland a Portalfruticola.com durante la Conferencia Internacional de Capsicum 2014 que se celebra por estos días en Viña del Mar, Chile.

Los chiles tienen un perfil de calor junto con varios componentes de sabor. Bosland indicó que diferentes culturas de todo el mundo habían ido adaptando combinaciones de estos dos aspectos para satisfacer sus preferencias. Ahora, estos nuevos sabores se están introduciendo a países como EE.UU.

“Hoy en día hay restaurantes étnicos dedicados a grupos específicos de alimentos -un restaurante boliviano o un restaurante peruano- para usar esos perfiles de alimentos”, dijo Bosland.

“Así que lo que vemos es que, en lugar de sólo usar polvo de chile rojo, usted obtendrá un polvo específico para utilizarlo en la comida, porque sabes que eso va a sazonar la comida de una manera determinada”, agregó.

Bosland explicó que el camino que han seguido los más jóvenes de adoptar diferentes sabores de chile, es muy similar a como evolucionó la apreciación de los consumidores por el vino.

“Durante muchas décadas había vino tinto y vino blanco. Pero ahora la gente sabe de los vinos varietales y se están interesando en los que podríamos llamar las cosechas menores de vino, aquellos variedades de las que realmente no has oído hablar como la de Dalmacia en Croacia”.

"La generación joven -los que son menores de 30 años- realmente están dispuestos a esta aventura de comida”, indicó.

“La generación de más edad -personas mayores de 60 o 70- por lo general no está muy interesada. Ésta está acostumbrada a utilizar patatas, carne y tal vez vegetales, pero la generación más joven realmente quiere experimentar con este tipo de chiles”, puntualizó.

Dr. Paul Bosland, director del Chile Pepper Institute en la Universidad Estatal de Nuevo Méxic

Dr. Paul Bosland, director del Chile Pepper Institute en la Universidad Estatal de Nuevo México

Esta nueva tendencia entre la demografía más joven probablemente conducirá a un cambio en la dinámica del comercio agrícola mundial, a través del cual los países productores de chile comenzarán a exportar una mayor diversidad de variedades, dijo Bosland.

La variación de los gustos de diferentes chiles también se ve reforzada por su nivel de calor y el cambio de sabor según el lugar donde se producen, como es el caso del café.

“Por ejemplo, en Nuevo México, que es estresante y Santiago, que no lo es, los chiles tienen un nivel de calor y sabor muy diferente. Son mucho más sabrosos y calientes los de Nuevo México", dijo Bosland.

“Así que tienes las diferentes especies, perfiles de sabor, y también donde se cultivan”, dijo.

¿Un tomate picante? 

Una mayor variedad de chiles puede no ser la única adición de alimentos picantes que los supermercados ofrecerán a futuro, ya que un estudio que secuenció el genoma del tomate abrió la posibilidad de incorporar en este fruto el material genético que da su calor a los chiles.

Previo a la secuencia del genoma del tomate, los investigadores habían pensado en alterar el fruto. Sin embargo no había un entendimiento de las similitudes genéticas entre los dos vegetales.

"No sabíamos cuántos genes que tiene el tomate los tiene también el chile, así que no sabíamos cuántos teníamos que poner para llegar al producto final”, dijo.

“Y luego, al secuenciar al tomate, nos dimos cuenta de que contábamos con el precursor para llegar al producto final”, añadió.

A pesar de esta buena noticia, el experto sostuvo que la tecnología no ha avanzado lo suficiente como para poder producir tomates picantes y que obtener un resultado final puede tomar otro par de años, pero de obtenerse, el producto podría enfrentarse a la resistencia de los consumidores.

“Los organismos genéticamente modificados (OGM) tienen a las personas diciendo: ‘no lo queremos’”, dijo.

"Así que puede ser posible, pero en realidad no habría un mercado. El consumidor siempre tiene la razón, es lo que siempre digo. Lo que quieren comprar es lo que la gente produce. Así que si lo producimos, ¿la gente lo querrá? Probablemente no. No hoy”. 

www.portalfruticola.com

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