Constanza. Ese es el nombre de una variedad de ciruela que por estos días está ocasionando un impasse entre productores frutícolas, que incluso escaló a la justicia civil.

El origen está en demandas que interpuso el productor José Domingo Godoy, agrónomo y quien tras especializarse en investigación, dio con este producto, que llamó ciruela Constanza, una variedad surgida de selecciones genéticas y que hacen que el fruto dure más y se coseche en abril. Eso lo trasforma en un producto más apetecido en los mercados internacionales y que triplica en precio a las otras variedades de la misma fruta.

El conflicto surgió cuando -dice- se percató que otros agricultores también tenían el producto en sus campos y se estaba exportando. Godoy lo patentó en Estados Unidos y la Unión Europea, y además goza de un registro de "variedades protegidas" del SAG en Chile, todo lo cual -explica- hace que sólo él tenga los derechos para producirla y comercializarla.

La demanda más cuantiosa que entabló, por US$ 60 millones, es contra Mario Fantuzzi y Jesús Villasante -agrupados en Agrícola Unión- que está radicada en el segundo juzgado de Letras de Talagante. En la demanda pide le restituyan el monto percibido con esta comercialización de ciruelas Constanza, que según Godoy son ilegítimas.

Otra acción legal similar pero de menor monto existe en contra de Sergio Ureta Ovalle (en el 28 juzgado civil de Santiago), quien consultado, remitió a su abogado y éste no pudo ser ubicado.

El demandante no sólo anticipa que iniciará otras acciones contra más productores, sino que el caso escaló hasta frutícolas exportadoras, pues en el marco de los juicios ya iniciados, Godoy pidió medidas precautorias para evitar que se siga exportando el producto de los demandados.

Dole Chile canalizó unas 3 mil cajas de Ureta, equivalentes a unos 21 mil dólares. Consultada la compañía, confirmó que existe esta precautoria y precisó que como se trata de un producto perecible, la acción es sobre los dineros que resulten de la exportación.

Desde la vereda opuesta los demandados -hoy separados en sus negocios- reconocen la patente de que goza Godoy, pero negaron la tenencia de la ciruela Constanza. En su defensa ante el tribunal, el abogado de José Villasante, Gustavo Cuevas, plantea que su representado "no posee, ni ha poseído como tampoco mantiene ni ha mantenido árboles de la ciruela de la variedad". Verbalmente manifestó, además, que la demanda es vaga, que el hecho se tendrá que probar en tribunales y que esta situación ya se vio en un anterior juicio penal sobreseído (la contraparte dice que eso ocurrió porque la vía era la justicia civil).

A su turno, el abogado de Mario Fantuzzi Alliende, Sergio Reyes Scantlebury, dice que hace ya cinco años que este empresario no tiene campos productivos. Y hoy está dedicado sólo a la exportación de uvas y otras variedades, pero no con producción propia. Y señala además que con anterioridad Fantuzzi producía la variedad Angeleno de las ciruelas

Versiones que no concuerdan con la información que maneja el SAG, servicio que dijo que -tomadas las muestras en el predio aludido- los resultados arrojaron que "los frutos muestreados correspondían a la misma variedad que se encuentra inscrita en el registro de variedades protegidas, es decir, ciruela Constanza".

"Esto es gravísimo. Los conglomerados y productores chilenos que han desarrollado variedades están siendo burlados en sus derechos, porque muchos productores cultivan estas variedades sin pagar un royalty a quien ha investigado para desarrollarla", dice Rodrigo Díaz de Valdés, abogado del demandante, del estudio Cruzat, Ortúzar & Mackenna Baker & McKenzie International.

En Chile, según la información que maneja el SAG, hay 396 variedades frutales que gozan de registro. Y el interés del gremio frutícola -en palabras de su presidente, Ronald Bown- es que ojalá Chile se encamine a generar sus propias variedades, porque mejora la posición competitiva en el exterior.

Fuente: El Mercurio