Sin duda, la tecnología ha tenido un rol clave en el crecimiento y diversificación de la agricultura a nivel global y nacional, ya que ha permitido la creación de nuevas herramientas y métodos que han mejorado la calidad de los cultivos, han permitido reducir costos y aumentar la producción.

Además, la tecnología y la innovación han contribuido de manera significativa a la reducción del impacto ambiental de la agricultura, convirtiéndola en una industria más sostenible y amigable con el medio ambiente. Un ejemplo de ello es la implementación del modelo de los Ciruelos D'Agen en Seto, que es lograr paredes o murallas frutales delgadas, buscando alta mecanización y eficiencia

Hace nueve años, en Chile, en el campo San Miguel de Calleuque, Región de O’Higgins, Chile,  se dio inicio a una idea inédita que ha tenido gran éxito hasta hoy: se plantaron tres hectáreas de Ciruelos D'Agen con un marco de plantación de 3,5 x 1,5 metros, utilizando Rootpac®20 como portainjerto de bajo vigor.

Este ensayo se consideró pionero, ya que en ese momento no existían plantaciones de Ciruelos D'Agen cultivados en seto a nivel nacional. Hoy en día, este proyecto cumple su noveno aniversario y se encuentra en su sexta cosecha, habiendo superado múltiples desafíos y aportado valiosas lecciones a lo largo de su trayecto.

A nivel nacional, diversas empresas líderes en el cultivo de ciruelas, han llevado a cabo iniciativas similares. Frutexsa, por ejemplo, ha plantado 18 hectáreas en Graneros, utilizando un marco de plantación de 3,5 x 1,25 metros, comenzando en noviembre del año pasado. Mientras tanto, Agrícola Sutil ha establecido 8 hectáreas en Colchagua y 2 en Cauquenes con el mismo marco de plantación, con aproximadamente un año de antigüedad. Además, Agrícola Cunculen -un destacado productor de ciruelas-, plantó hace 2 años 57 ha. de ciruelos con un marco de plantación de 3,5 x 1,25 metros, y se espera la cosecha en febrero próximo.

El modelo productivo del ciruelo D’Agen en Seto se basa en la combinación eficiente de tres factores:

La variedad D’Agen. Es la más importante entre las variedades cultivadas en Chile por las características del fruto, la calidad gustativa y la doble aptitud en fresco o deshidratado.

El patrón Rootpac® 20. Obtenido por Agromillora, confiere un vigor controlado de forma natural y una buena adaptación a un amplio rango de suelos, en especial los más pesados. El control del vigor resulta clave para disponer de copas de pequeño volumen fácilmente mecanizables y eficientes en la captación de luz.

La conducción en Seto. Como sistema de formación de pequeño volumen y forma bidimensional . Adaptado a la mecanización de la poda y de la recolección con máquinas cabalgantes utilizadas en viña y en el almendro.

La conducción en seto se basa en árboles de pequeño tamaño y copa bidimensional constituida por múltiples ramas que ocupan de forma eficiente el pequeño espacio asignado. Partiendo de un árbol Smarttree y mediante despuntes consecutivos a lo largo del período de formación, en el 4º año se alcanzará el pleno desarrollo del árbol, ocupando el espacio asignado y alcanzando la plena producción en el 4º y 5º año.

Los marcos de plantación oscilan de 3,0 a 3,5 m entre líneas y de 1,0 a 1,5 m entre árboles. Ello equivale a densidades de plantación de 3.333 a 1905 árboles/ha. La distancia de las ramas más bajas del suelo no deberá ser inferior a 50 cm para facilitar la recolección y evitar pérdidas de frutos por el paso de la máquina cabalgante.

Ante este escenario, Mauricio Zúñiga, Key Account Manager en Agromillora Sur , compañía de nivel mundial con 37 años de experiencia en el sector viverístico, explica que  este método se enfoca en la eficiencia productiva, la mecanización total y la reducción de la mano de obra, con el objetivo de alcanzar la rentabilidad y la sostenibilidad que buscan los agricultores y empresas del sector. Además, esta tecnología puede aplicarse en distintos cultivos como ciruelos japonés, almendros y otros frutales de exportación en fresco. 

Actualmente en Chile existen alrededor de 200 hectáreas de ciruelas cultivadas en total y siguen en aumento. Una de las principales ventajas de este enfoque es su productividad temprana, junto con la posibilidad de mecanizar por completo el cultivo, lo que se traduce en una reducción de los costos asociados con las podas y la facilidad de cosecha mediante maquinaria especializada. Además, este método permite un ahorro de agua hasta del 35%.  Estos factores han convertido a este sistema en un cultivo altamente rentable, independientemente de las fluctuaciones en los precios del mercado.

Desde Agromillora empresa especializa en la multiplicación y comercialización de portainjertos in vitro y plantas de olivo con los más altos estándares de calidad genética y sanitarios refuerzan la importancia de seguir apostando por herramientas tecnológicas e innovadoras para garantizar el crecimiento sostenible del sector.