Guerra provoca alzas de precios de algunos commodities, pero beneficia a sectores guatemaltecos
Pese a los embates inflacionarios y la crisis de precios a nivel internacional, los exportadores prevén un buen cierre para este año, derivado de las alzas en varios productos, principalmente por los denominados commodities suaves, lo que favorece a varios productores agrícolas.
Por ejemplo, el aceite de girasol es una de las ofertas afectadas por la invasión de Rusia a Ucrania y este último es un gran productor de esa semilla, lo cual genera una mayor demanda de un sustituto, que es el aceite de palma.
El aceite de palma, uno de los denominados commodities blandos, es además, uno de los 10 principales productos exportados que significan el 66.4% de total de las exportaciones agroindustriales, según datos de la Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas (CGAB).
De igual manera, productos como el café, el hule y banano, mantenían precios de $245.65; $180.40 y $17.63 conforme a la unidad de medida respectiva, los que con excepción del azúcar, se prevé que se mantengan al alza, indicó Paulo de León, director de Central American Business Intelligence (CA-BI).
Ante ese panorama, la Cámara del Agro (Camagro) hizo ver que, de igual manera, la estructura de costos para lograr la exportación de esos productos, también se ha incrementado. “El diésel, fertilizantes e insumos, mano de obra que involucra el proceso productivo también han incrementado sus precios. Así que, en buena medida, eso absorbe el incremento de costos y el pago del financiamiento de los años en que los precios estuvieron bajos”, subrayó Carla Caballeros, directora ejecutiva de la entidad.
Perspectivas optimistas
Si bien el precio del petróleo, que tiene un peso importante en la dinámica inflacionaria del mundo, pega fuerte en las economías que importan más de lo que venden, como Guatemala, con excepción de aquellas cuyo fuerte exportable son los commodities, la base macro del país le permite mantenerse a flote ante los efectos globales derivados de la pandemia, el problema logístico y la crisis energética en Europa, aparte del conflicto Rusia-Ucrania.
“El producto interno bruto (PIB) va creciendo y la expectativa es que siga en ese ritmo a un 3.9%, aunque hace falta revisarlo a la baja, porque podría cerrar en un 3.2%. A lo anterior se suma la aprobación de siete leyes económicas, como la de quiebras, zonas francas o la de leasing, las cuales pueden contribuir a un mejor crecimiento. El tipo de cambio se ve estable entre Q7.70 y Q7.75 para lo que resta del año y el índice de confianza está mejorando”, aseguró De León.
En el caso del precio del café, éste empezó a ver un alza, principalmente por causas climáticas que han afectado a Brasil, uno de los principales productores del mundo. Esto le ha quitado un poco de presión, por lo que los precios se van ajustando. “Estamos muy atentos a las producciones de Brasil, Vietnam y del resto de países productores”, dijo Juan Luis Barrios, presidente de la Asociación Nacional del Café (Anacafé).
Aunque se prevé una reducción en la velocidad del crecimiento del PIB, para los exportadores el impacto del conflicto Rusia-Ucrania no es fuerte, pues afortunadamente, la oferta exportable al este de Europa, no es tan alta en comparación con otros destinos.
En el 2021, las exportaciones a Rusia ascendieron a $18 millones en productos como café, frutas y tabaco. A Ucrania se envió café, frutas, minerales, tabaco y preparados de hortalizas por $67 millones, compartió Claudia del Águila, gerente de competitividad de Agexport.
“Si bien el precio del petróleo se incrementó, ya se comenzaron a ver bajas en el mercado de futuros y también en el mercado nacional por lo que se espera que se estabilice. Esto aunado a una macroeconomía fuerte y un mejor aprovechamiento de los Tratados de Libre Comercio que tenemos en la región, esperamos que, el impacto del conflicto no sea mayor y mantengamos las proyecciones de crecimiento del total de exportaciones establecidas para el 2022”, agregó. / Prensa Libre