Por Dr. Rodrigo Cazanga, Encargado de Área de Producción Agrícola y Clima.

Desde la revolución agrícola del neolítico, el hombre a interferido indirectamente en el contenido de dióxido de carbono de la atmósfera. Pero solo ha sido desde la revolución industrial, cuando esta interferencia se ha notado marcadamente. Así la tendencia a un calentamiento global del planeta se ha ido incrementando a lo largo del siglo XX y XXI.

Hoy se estima que, a través de la quema de carbón, petróleo y demás combustibles fósiles, así como por la deforestación, el contenido de dióxido de carbono en la atmósfera ha aumentado un 25 por ciento, lo cual genera una tendencia hacia el calentamiento general de la troposfera produciendo el denominado efecto invernadero.

De acuerdo al Panel Internacional sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), una duplicación de los gases de invernadero incrementaría la temperatura terrestre entre 1 y 3.5 °C en 100 años. Aunque no parezca mucho, es equivalente a volver a la última glaciación pero en la dirección inversa. Por otro lado, el aumento de temperatura sería el más rápido en los últimos 100.000 años, haciendo muy difícil que los ecosistemas del mundo se adapten. Otras predicciones son aún más catastróficas, esperando que la temperatura media global de la atmósfera de la tierra, aumente alrededor de 3 ºC en los próximos 50 años, a causa del aumento de las emisiones de CO2 y otros gases.

El cambio climático que se espera en las próximas décadas podría tener como consecuencia una disminución del rendimiento agrícola y del agua disponible para el riego en algunas regiones. De esta forma tierras agrícolas se convertirían en desiertos y, en general, se producirían grandes cambios en los ecosistemas terrestres.

De acuerdo a estos antecedentes, es importante y conveniente evaluar el efecto de las probables condiciones climáticas futuras y concentración de CO2 en la productividad de los cultivos, para diseñar e implementar programas de adaptación.

Con el objetivo de evaluar el efecto del cambio climático en la producción de arándanos se realizó una zonificación agroclimática de aptitud productiva del territorio de la Región del Maule. A su vez, podemos decir que una zonificación de aptitud productiva es una poderosa herramienta de ayuda a la toma de decisiones para la inversión y/o reconversión frutícola.

Esto debido a que disponer de un mapa, en el cual se indiquen las áreas más o menos adecuadas para plantar una determinada especie y/o variedad, es muy útil para que el productor o inversionista focalice su inversión, disminuyendo los costos y riesgos (Figura 1). Para este ejemplo preliminar, la zonificación se hizo considerando solo parámetros térmicos (suma térmica, horas de frío, temperatura horaria, período libre de heladas, temperatura máxima y mínima diaria).

Tales parámetros se calcularon para condiciones climáticas actuales y futuras. La aptitud productiva se estimó confrontando los requerimientos del arándano, variedad Brigitta con las condiciones climáticas imperantes en la región mediante un modelo ecofisiológico. Los valores de aptitud productiva se resumieron en 5 categorías según las restricciones existentes (1: sin (verde oscuro), 2: leves (verde claro), 3: moderadas (amarillo), 4: severas (café), 5: excluyentes (rojo)).

Las condiciones climáticas actuales fueron calculadas y espacializadas considerando registros históricos de estaciones meteorológicas, la orografía regional e imágenes térmicas satelitales. En el caso del clima futuro, se utilizaron los datos para el escenario A2 (nivel medio-alto de emisiones) que tiene disponible el Departamento de Geofísica de la U. de Chile. Los resultados muestran que para Brigitta, habría una disminución de la superficie de la categoría 1, entre las condiciones térmicas actuales y las futuras, pasando de 36 a 19% de la superficie regional, respectivamente. Para la misma variedad, la superficie de la categoría 2 aumentaría, pasando de 10 a 45% (Figuras 1 y 2).

Además de los cambios en la superficie de cada categoría de aptitud, también se presentan variaciones en la distribución geográfica de tales áreas. Este estudio se enmarca dentro de las actividades del proyecto de “Generación de soportes digitales para mejorar la competitividad en la producción de arándanos en la Región del Maule”, de Innova-CORFO, ejecutado por CIREN y la Universidad de Talca.

De acuerdo a los resultados, y tomando como un hecho las condiciones climáticas definidas para el Escenario A2, podemos concluir lo siguiente:

1) En la Región del Maule, la superficie con mejores condiciones climáticas térmicas para la producción de arándano de variedades tipo Brigita, disminuirá

2) Los programas de mejoramiento varietal de arándano para adaptarse al cambio climático, debieran desarrollar variedades cuyo metabolismo se rija por rangos térmicos más amplios y temperaturas cardinales extremas superiores de mayor magnitud que las actuales.

Figura 1. Zonificación de aptitud productiva por clima para arándano variedad Brigitta bajo condiciones climáticas térmicas actuales.

Figura 2. Zonificación de aptitud productiva por clima para arándano variedad Brigitta bajo condiciones climáticas térmicas futuras (Escenario A2).