Las nuevas regulaciones de la Unión Europea podrían incentivar a los agricultores a formar asociaciones y obtener seguros de cosecha, mientras que un modelo inspirado en EE.UU. para la aprobación de pesticidas también puede estar en la mesa. 

Herbert Dorfman

Un miembro del Parlamento Europeo ha señalado varias deficiencias en el viejo continente, en comparación con Estados Unidos,  principalmente en términos de política agrícola. También cree que la región del Tirol del Sur de Italia puede servir como un modelo exitoso para una producción de fruta eficiente y productiva a través de asociaciones.

La región italiana acogerá esta semana la Feria Internacional de la Manzana, Interpoma, en Bolzano, la cual ha atraído a participantes de más de 70 países.

Durante el evento del día de ayer, el eurodiputado Herbert Dorfmann ha prestado especial atención a las medidas que pueden cambiar la cara de la producción frutícola europea, a través de una simplificación de la Política Agrícola Común (PAC) conocida como "Reglamento Omnibus".

"Con la última reforma, el incentivo para los seguros se traslada al segundo pilar de la PAC para que pueda incluirse en los programas de desarrollo rural", dijo Dorfmann, quien pertenece a la Democracia Cristiana y es miembro del Comité de Desarrollo de Agricultura y Rural de la UE.

"Por el momento hay pocos países europeos que explotan estas oportunidades", señaló, mencionando algunos ejemplos en la industria frutícola, como el seguro anti-granizo".

"Hasta ahora sólo Italia y España están utilizando este seguro".

Dijo que las reformas contemplan reducir la participación de la industria en programas de seguros del 30% al 20%, al tiempo que se refuerza el papel de los consorcios o asociaciones para la defensa de los agricultores.

"Ahí tendremos la oportunidad de unir diferentes programas de seguros con la ayuda de la Unión Europea", dijo, destacando que todavía había muchos países de Europa, como Polonia, donde existían muy pocas asociaciones sectoriales.

"Estoy convencido de que podemos conseguir un mejor sistema".

Dorfmann dijo que esperaba que Tirol del Sur, sirviera de modelo para la formación de nuevas asociaciones en toda la Unión Europea.

Otro elemento clave para el futuro de la industria frutícola de la UE es la sostenibilidad, y para lograrlo, Dorfmann dijo que se necesitan procesos más rápidos para la aprobación de biopesticidas.

Explicó que era difícil para los países y productores la protección de cultivos cuando se tarda cinco a siete años en conseguir productos aprobados.

"Los estadounidenses son mejores que nosotros", dijo, refiriéndose a los procedimientos de evaluación de riesgo de la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos, donde un producto se determina primero como de bajo riesgo o alto riesgo, y si es de bajo riesgo lleva un máximo de tres años.

"En Europa queremos hacer lo mismo", dijo, mencionando que la cuestión sería votada en el Parlamento de la UE a principios del próximo año.

"Estoy plenamente convencido de que los plaguicidas naturales alternativos son una ventaja no sólo para la agricultura orgánica, sino también para la agricultura convencional".

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