Alza de precios, clima extremo y conflictos generan alza en malnutrición mundial

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Alza de precios, clima extremo y conflictos generan alza en malnutrición mundial

La ayuda agrícola podría aportar una solución a largo plazo a las causas profundas de la malnutrición mundial aguda, según el Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

La recomendación se produjo tras la publicación del informe mundial anual sobre la crisis alimentaria, que muestra que las cifras de malnutrición e inseguridad alimentaria siguen siendo más elevadas que antes del COVID-19.

El Director General de la FAO, Qu Dongyu, afirmó que “los logros en materia de desarrollo conseguidos con tanto esfuerzo se están revirtiendo”, ya que la inseguridad alimentaria y la malnutrición se han convertido en una “nueva normalidad” tras la pandemia. 

Destacó que 36 países investigados han aparecido en el Informe Mundial sobre la Crisis Alimentaria desde 2017, lo que refleja años continuos de hambre aguda y que actualmente representan el 80% de los más hambrientos del mundo.  

La octava edición del informe de la FAO concluyó que 282 millones de personas en 59 países y territorios se enfrentaban a una inseguridad alimentaria aguda en 2023, principalmente como resultado de las crisis económicas por los altos precios locales de los alimentos, las condiciones meteorológicas extremas y la inseguridad debido a conflictos internacionales. 

Esta última fue la principal causa de la elevada inseguridad alimentaria aguda en 20 países y territorios y la principal razón por la que las perspectivas para 2024 siguen siendo sombrías en lugares como Palestina, Sudán y Haití.


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Utilizando la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria por Fases (CIF) y el Cuadro Armonizado (CH), los indicadores de la FAO muestran que la inseguridad alimentaria aumentó de forma alarmante en 2023, especialmente en Palestina (Franja de Gaza), que se convirtió en la crisis alimentaria más grave en la historia de la CIF y el CH. 

Uno de los principales impulsores también fue el impacto meteorológico, incluidos los efectos de El Niño. Aunque beneficioso para ciertas partes de África oriental, América Latina y el Caribe, el ciclo meteorológico también causó estragos climáticos, como inundaciones, lluvias torrenciales y sequías en otras partes de África oriental y meridional, especialmente Malawi, Zambia y Zimbabue. 

El Niño empuja las aguas cálidas hacia el este, en dirección a la costa occidental de América, provocando un tiempo más seco y cálido en el norte de Estados Unidos y Canadá y periodos más húmedos en la costa del Golfo de Estados Unidos y el sureste. 

Una forma de abordar el problema de la malnutrición, según el Director General, es atacar las causas profundas del hambre proporcionando ayuda agrícola. Aunque se trata de un enfoque de acción más lenta, afirmó que permitiría abordar problemas mayores y a largo plazo. 

“Proporcionar semillas, herramientas y ganado, así como los medios para reanudar la producción de alimentos a gran escala, suele ser la forma más rentable de garantizar que los alimentos lleguen al mayor número de personas en zonas de difícil acceso”, afirmó Dongyu.

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