Automatizar el proceso de monitoreo de plagas y bajar los costos asociados a la protección de cultivos es el objetivo detrás de Neltume, proyecto que permitiría hacer una evaluación a distancia de las plantaciones, alertando el mismo día la presencia de organismos negativos.

Antonio Cabreira, cofundador del proyecto habló con PortalFrutícola.com y se refirió a los beneficios que tendría la utilización del dispositivo en el costo de producción de la fruta, así como a la posibilidad de entrar a un mercado más exclusivo, gracias al potencial menor uso de pesticidas.

“Nosotros partimos el 2015 [en Chile] desarrollando una solución para el monitoreo remoto de Lobesia botrana… pero en el camino nos fuimos dando cuenta que la recolección de datos tiene un montón de otros beneficios”, indicó Cabreira.

Entre esos, y uno de los más importantes según el cofundador, está el que pueden estimar aplicaciones de agroquímicos en función del desarrollo larvario de las futuras generaciones, lo que permitiría hacer un uso más eficaz y eficiente de dichos productos.

“Estamos empujando hacia un uso más responsable de los agroquímicos”, remarcó.

La tecnología combina energía solar, sensores, cámaras y procesamiento de imágenes para monitorear cultivos, protegerlos de plagas y enfermedades que podrían tener un efecto negativo en el patrimonio fitosanitario del país.

Cortesía de Neltume

Cabreira explicó que el riesgo de exportar fruta contaminada es tan grande y tiene consecuencias tan severas, que en la industria frutícola se hacen aplicaciones repetidas de pesticidas, varias veces al año.

Sin embargo, de hacerse masivo el uso del dispositivo eventualmente las aplicaciones podrían dejar de ser obligatorias, ya que se realizarían en función de la información de los sensores y abriría el potencial de entrar a otro tipo de mercados más exclusivos.

Añadió, además, que eso tendría un impacto significativo en inversión económica.

“Incluso considerando los costos de mantención de trampas adheridas a nuestros dispositivos, podemos ahorrar hasta un 51% de los costos de un monitoreo de 2 veces a la semana, logrando además avisos de primera captura el mismo día que ocurren”, señaló.

En esa línea, indicó que muchos de sus clientes han encontrado otros usos para la información recopilada.

“Para muchos de nuestros clientes tener sensores que puedan entregar información es línea es super valioso [ya que permiten], por ejemplo, detectar enfermedades, pronosticar clima y saber cuándo hay heladas o cuándo las temperaturas suben sobre un cierto umbral”.

“El uso de los sensores y el monitoreo en línea puede entregar otros beneficios en función de la pericia de los productores y el conocimiento de los asesores, de cómo usar esos datos”, agregó.

En lo que respecta al monitoreo de otras plagas, Cabreira indicó que más allá de las “típicas”, esperan que a medida que vayan avanzando podrán comenzar a ampliar el espectro de organismos vigilados.

“El tema de la adaptación a nuevas plagas, pasa por: primero el hardware, que ya lo tenemos resuelto con el uso de cámaras externas y en segundo lugar el cómo entrenamos el algoritmo y de cómo requerimos muestras para entrenar dicho algoritmo [para que reconozca la plaga y no la confunda con otros individuos]”.

Actualmente están trabajando en Perú, Argentina y Chile, tanto con empresas como con organismos fitosanitarios, ya que se encuentran en plena preparación y producción para el año 2019.