Con el mercado de Estados Unidos aún lidiando con los efectos de la gran producción de uva de mesa de California, la temporada chilena se enfrenta a una campaña desafiante, con precios iniciales más bajos que lo habitual.

En Portalfruticola.com hablamos con algunos actores claves de la industria de Chile, para saber sus expectativas sobre esta temporada.

Para Rodrigo Neira, de Exportadora Campillay, las promociones en Estados Unidos, el principal destino de la uva de mesa chilena, no son las más atractivas.

“Hemos tenido que ir destinando las variedades seedless que nosotros tenemos hacia los mercados del Asia, buscando mucho China, Japón, Corea; tomando en cuenta todo este gran volumen que hay”, comentó.

En términos de precios, se espera que haya una pequeña baja, al menos al inicio, debido a la gran oferta.

Sin embargo, a medida que el mercado se despeje la situación debería cambiar, con precios más altos a partir de febrero, según lo indicado por Colin Fain en un artículo anterior a Portalfruticola.com

Lo anterior va de la mano con las predicciones realizadas al interior en la industria.

“Variedades como la Sugraone o la Thompson, que llegando la semana del 1 de enero van a tener mejores precios. Es lo que esperamos, lo que hemos previsto de acuerdo a todo lo que hemos hablado con nuestros recibidores”, remarcó.

Y en lo que respecta a las uvas negras, el exportador afirmó que no han sido tan perjudicadas por la gran oferta de California, en especial aquellas dirigidas a la costa oeste de EE.UU.

“Yo creo que por ahí podemos tener una mejor ventana para obtener mejores precios y un mayor desahogo del mercado también”.

De hecho, en lo que concierne a variedades no tradicionales, la situación podría ser aún mejor.

“Las nuevas probablemente van a tener algún premium USD2 o puede ser hasta USD3-4 extra, fuera de lo normal”, afirmó Sebastián Rodríguez de Verfrut.

Innovación

En lo que respecta a los trabajos que se han estado realizando para entregarle una ventaja competitiva a la industria chilena, Andro Vidal de Subsole destacó el tema del recambio varietal.

“Hoy día tenemos en torno a un 55% del volumen total de variedades patentadas, eso nos hace tener una plataforma distinta para nuestros clientes”, indicó.

Sin embargo, para Neira, el tener una gran cantidad de nuevas variedades también presenta un riesgo, si no se hace de forma regulada.

“El recambio es bueno y medianamente regulado es mejor, pero tiene que tener … un punto de vista producto, económico y también de posicionamiento. O sea, la evolución tiene que tener esos tres puntos de vista”.

“Pero claro, la evolución del negocio tiene que ser a variedades nuevas”.

En particular, porque tiene mayor productividad por hectárea, lo que aumenta los rendimientos para las empresas.

Futuro

A medida que nuevos jugadores se suman al negocio de la uva de mesa, el nivel de competitividad aumenta y se hace imperativo que Chile, uno de los principales productores mundiales, pueda irse manteniendo vigente a lo largos de las temporadas.

Neira remarcó que exportar con calidad va a hacerse cada vez más importante para poder diferenciar el producto chileno.

“Exportar con calidad, meter en las cajas la fruta que corresponda, mantener una etiqueta o tu marca vigente con respecto a lo que mandas, manejo de tu campo, la rentabilidad del negocio mantenerla”, son algunos de los aspectos a tener en cuenta.

“Si hay países que van a empezar a producir más que nos van a topar, vamos a tener que enfrentarlo de la misma forma que lo hicimos con Perú: destacando nuestras ventajas, nuestra semana de producción, nuestra semana de salida y el movimiento de la fruta que sea el que corresponda”.

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