Por Sandra Arriaga, consultora experta en el consumo de bienestar/ alimentos y bebidas.

El incremento de productos frescos en las cocinas y alacenas latinoamericanas, es notable. Hace apenas una década estos espacios estaban colmados de productos procesados, resultado de la admiración a culturas como la norteamericana. Hoy, lo más común es ver fruteros a tope y legumbreras bien surtidas de productos frescos, pero ¿cómo llegamos a este punto? 

Aquí una revisión de los 3 macro aspectos que ayudaron a cambiar la historia alimentaria de nuestra región.

Nuevas Disciplinas

Con la creciente demanda de personas que buscaban remedios alternativos a un problema de salud, surgieron nuevos estilos de vida que van desde el veganismo donde se rechaza el uso y consumo de cualquier producto de origen animal, incrementando la ingesta de alimentos naturales, hasta nuevos sistemas médicos como el Ayurveda, que identifica el tipo de energía (doshas) al que pertenece el paciente, y de ahí se diseña el tratamiento que siempre va vinculado una dieta de alimentos que produce la tierra por temporalidad.

Redes Sociales…para ser precisos Instagram.

Algunos expertos dicen que tomar fotos de la comida “es muy de la generación Y” (misma a la que pertenezco y hago honor a ese comentario (para evidencia pueden mirar mi cuenta personal @lahilton).

La realidad es que después de analizar muchas cuentas dedicadas a promover una mejor alimentación hecha a base de ingredientes naturales, una de las primeras conclusiones que saltan a la vista es demostrar que estamos tomando buenas decisiones y somos cada vez más inteligentes y selectos con lo que nos llevamos a la boca.

Un segundo motivo –no menos importante- es mostrarse como connossieur frente a una comunidad en redes sociales cada vez más exigente de contenidos saludables. Siempre lo he dicho y lo seguiré haciendo; la categoría de la comida tiene un antes y un después desde Instagram, donde se ha convertido en algo mucho más cercano y divertido de compartir. Conoce a una pionera de este tema @fullyrawkristina.

¡Arriba el Food Mood!

Somos lo que comemos, eso ya lo sabemos desde hace mucho tiempo, pero qué pasa cuando además sentimos lo que comemos.

Esta asociación surge como resultado del primer punto; con la llegada de nuevas disciplinas o sistemas médicos las personas se dieron cuenta que no sólo lograban beneficios a nivel físico, pero también emocional. Me explicaré mejor… Seguramente recordarás la sensación tan reconfortante de un caldito de pollo cuando te sientes nostálgico, el calor en el pecho que produce un té de jengibre emulando la sensación de un abrazo, o el enfoque mental después de comer por varios días hojas verdes. Aquí una lista de los 10 alimentos que son un Mood Boost.

1. Espinacas: ácido fólico que reanima el estado de ánimo.
2. Aguacate / Palta: serotonina, un neurotransmisor de las emociones positivas.
3. Té Verde: Contiene agentes relajantes.
4. Fresas: Antocianinas que reducen el estrés.
5. Piña: Alta en vitamina B que detona sensación de energía.
6. Jitomate: Contiene licopeno que ayuda a mitigar la irritabilidad.
7. Almedras: L-Tryosine que ayuda a reducir el estrés.
8. Espárragos: serotonina, un neurotransmisor de las emociones positivas.
9. Melón: con caroteno que libera de forma paulatina una “sensación de bienestar”.
10. Naranjas: Altas en vitamina b6 que detonan energía y vitalidad.

¡Provecho que es la mejor forma para sentirse mejor!

Sandra Arriaga es Mercadóloga con una década de experiencia. Ganadora del GRAN EFFIE como directora de cuentas en las agencias de publicidad; Publicis México y Grey México dentro de las categorías de Bienestar y Food&Drinks. Co-fundadora de la primera boutique mexicana de trendhunting en Latinoamérica, Leonardo1452. Ahora, The Wellness Analysta, del cuál comentaremos más adelante.

Columna anterior: 2017, año para revalorizar los sabores locales y agregar salud a través de los alimentos

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