En Argentina más del 30% de la producción de frutales suele quedar fuera del circuito comercial por no disponer de un tamaño o color apropiado para el consumo fresco. Para evitar el desecho de ciruelas, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) convocó al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) para desarrollar nuevos productos a partir de esta fruta con alto poder nutritivo.

Se trata del proceso del laminado de ciruelas, el cual surgió por la necesidad que tenía un determinado sector, en San Pedro, provincia de Buenos Aires, de que no se desperdicie la fruta que no se puede destinar a la venta en fresco.

Portalfruticola.com, conversó con Marcela Cordara, de la Coordinación de Procesos Industriales e Innovación Tecnológica del Centro INTI-Agroalimentos, quien nos explicó sobre esta iniciativa.

Cordara comentó que este proyecto, utiliza los residuos que quedan en la planta que no se pueden destinar para la venta por menor calibre de la fruta. Por ello, se decidió ver qué se podía hacer para no perder esa fruta que se encuentra en buenas condiciones.

Para su elaboración se procede a la evaporación, concentración o deshidratación parcial de las ciruelas desechadas, para disminuir su contenido de agua, que conforma más del 90% del cuerpo de la fruta. De esta forma, se concentran todas sus propiedades, se inhibe el desarrollo microbiano, y se reduce su peso y volumen.

El laminado posee pocos ingredientes agregados, consistencia suave y elástica, sabor dulce, aroma frutal, la acidez propia de la ciruela y un color rojizo que cambia según la madurez de la fruta utilizada. Se obtiene así un alimento saludable, fácil de transportar y se prolonga la vida útil de la fruta procesada. “Lo hemos hecho con ciruelas, hemos probado con manzanas, con mezcla de frutas, peras. Nuestra idea es poder seguir con este proyecto del laminado de frutas”.

“Lo bueno de este producto es que se puede usar como un snack y es muy saludable ya que está hecho de fruta”, indicó.

El producto aún no se encuentra en el comercio, ya que se necesitan inversores que estén interesados en comercializarlo.

“Lo hemos desarrollado y sabemos que se puede llegar a elaborar a una escala semi-industrial por una cuestión de equipamiento”.

“Esto es el principio de un trabajo que pensamos que es muy importante desde el punto de vista de la utilización de este tipo de productos, que no se tiren, que se puede llegar a industrializar y sobre todo que se pueden extraer compuestos que son muy ricos para mejorar la calidad de algún tipo de producto”, indicó.

“Me parece que esto puede impulsar al sector frutícola en cuanto a un balance económico”, expresó.

Fotografía: INTI

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