Chile, en el hemisferio sur, es uno de los países pioneros en el cultivo de arándano. El cultivo se introdujo hace unas décadas y, luego de una etapa formal de investigación y desarrollo de diferentes variedades en las condiciones agroclimáticas propias de distintas zonas, en 1988 comienza con las primeras exportaciones.

En la temporada 2012-2013 la exportación de arándanos ascendió a 86.676 toneladas, superando en un 23% al año anterior y en un 9% al pronosticado, según indica el último informe de Comité de Arándanos Chile. La proyección de producción para las próximas 5 temporadas, señala que el potencial de exportación de Chile es cercano a 105.800 toneladas, siendo el destino principal el mercado de los Estados Unidos, concentrando el 70% de los envíos; Europa, el 20% y Asia entre un 5 a 7% Asia. Las cifras entregadas por ASOEX indican que Chile destaca y seguirá destacando en exportaciones: para el 2016, se espera un incremento del 67%.

Por lo mismo, el cuidado de las condiciones de llegada del fruto a los países de destino es primordial. A los arándanos de exportación se les exige una vida post cosecha superior a los 45 días (el mínimo); es decir, que no sólo lleguen sin problemas de ablandamiento sino, además, listos para ser comercializados en las góndolas de los supermercados y en condiciones óptimas a la mesa del consumidor final.

En la actualidad, unos de los principales empaques de exportación para su presentación comercial en estado fresco, consiste en disponer la fruta fraccionada de a 6 onzas (170 g.) en cubetas de PET reciclado de las denominadas "clamshells" si el destino de la fruta es Estados Unidos, y de a 4,4 onzas (125 g.) principalmente en cubetas del mismo material, si es para los mercados europeos. Las cubetas están diseñadas especialmente para proteger el fruto contra el daño mecánico, permitir su adecuada visualización y respiración, pero no precisamente considerando la lejanía de los principales mercados consumidores..

La condición perecedera del producto hace que el envío se realice por vía aérea o que el transporte sea utilizando atmósfera controlada si éste se realiza por vía marítima; sin embargo, el tiempo de traslado asociado a problemas de manejo y logística, provoca pérdidas de condición  de la fruta, como ablandamiento, deshidratación y pudrición, lo que se traduce en pérdidas cuantificadas entre 23 y 140 millones de US$ por temporada.

Innovar en envases activos en combinación con atmosfera modificada

El desarrollo de envases con tecnologías que permitan mejorar la condición de llegada de las exportaciones de Chile de arándanos frescos a los mercados de Asia, EE.UU. y Europa, es el desafío que investigadores del Centro Regional de Estudios en Alimentos y Salud (CREAS) y de la Universidad Técnica Federico Santa María han asumido recientemente en calidad de co-ejecutores en el proyecto que Fundación Chile lidera y que es financiado por INNOVA CORFO.

La iniciativa busca evaluar y desarrollar prototipos de tecnologías de envasado para estos berries que son inexistentes a nivel pre-comercial y comercial. La idea es incorporar compuestos activos (nanomateriales, encapsulados, otros) y/o modificación de atmósferas enmarcado en un concepto de desarrollo de tecnologías y envases ecoactivos y ecosustentable. Dos son las tecnologías que se están investigando y desarrollando: compuestos basados en extractos naturales activos en combinación con atmósfera modificada.

La investigadora del CREAS y doctora en agronomía, Dra. MonikaValdenegro explicó que la calidad de la materia prima debe ser óptima para que las condiciones de almacenamiento (temperatura, humedad y aireación) permitan su conservación por un periodo prolongado de tiempo y lleguen con buena condición a los mercados de destino. “Los productos hortofrutícolas dado su metabolismo –subrayó-  siguen respirando posterior a su recolección y la utilización del frío y la modificación de la atmósfera busca minimizar este proceso”. Como productos de esa respiración, estos tejidos vegetales emiten CO₂ y vapor de agua, y en el caso específico de los frutos de arándano, debido a su condición climatérica, continúan produciendo la hormona vegetal etileno (C₂H₄) lo que provoca la maduración de los tejidos, reblandecimiento y acelera los procesos de senescencia.

Extractos naturales y encapsulamiento

La optimización del envasado para arándano tiene como objetivo primordial retrasar y reducir el ablandamiento del fruto, incrementando su vida útil para estos productos, ralentizando los procesos de maduración y senescencia, disminuyendo la acción de hongos como Botrytiscinérea, Colletotrichum y Alternariaalternata. De esta manera se estaría asegurando la condición de llegada del fruto al país de destino y su comercialización.

Para ello, la doctora Valdenegro y el doctor Cristian Ramírez de la UTFSM, están trabajando en la caracterización de los extractos naturales más idóneos que posean comprobada actividad antifúngica y que contribuyan a la reducción de la tasa respiratoria en esta especie. Los investigadores pusieron a competir extractos naturales como subproductos de la miel (propóleo), descartes de la producción de granada y frutos nativos, entre otros, considerando también la disponibilidad de materia prima, puesto que finalmente tienen que ser incorporados en una formulación comestible.

Por otro lado, también están innovando en el diseño y evaluación del proceso de micro-encapsulación; y en el diseño y formulación del recubrimiento a base de biopolímeros con inclusión del extracto encapsulado en diferentes proporciones. “Queremos mejorar la condición del fruto, que se mantenga firme y reduzca su deshidratación en almacenamiento prolongado; para ello queremos evaluar la utilización de un recubrimiento comestible y/o envasado con sistema eco-activo que lo proteja del ataque de estos hongos fitopatógenosen post cosecha”, apuntó la científica.

En la etapa de estabilización evalúan incorporar el producto de manera líquida o en formulación en polvo, en función del sistema que mantenga las propiedades buscadas. El diseño de micro encapsulación busca obtener una liberación controlada en el tiempo de los extractos y sus combinaciones.  “Buscamos desarrollar una herramienta de innovación alternativa libre de aditivos químicos, que pueda ser acorde a un mercado más exigente como es el de la producción integrada u orgánica”, puntualizó Valdenegro.

La visión de Fundación Chile junto a CREAS y UTFSM es única en su área y promete potenciar la ya exitosa exportación de arándanos amortiguando las pérdidas que hasta la fecha han ocasionado los frutos que, debido a su pérdida de condición, generan gastos extras por concepto de disposición o menores precios de venta en los países de destino. Para ello se cuenta con el respaldo y participación de tres importantes exportadoras de arándanos, una empresa proveedora de gases para atmósfera modificada para alimentos y una empresa desarrolladora de envases para la exportación de fruta fresca.

A través de Fundación Chile, se prospectará la asesoría con Centros Tecnológicos Internacionales de excelencia mundial para la aplicación de tecnologías de vanguardia para envases activos y atmósfera modificada.

* Los estándares de calidad del arándano fresco fueron revisados el 1 de enero de 1995 por el Código Federal de Regulaciones de los EE.UU. y los nuevos procedimientos de inspección de calidad, empaque, rotulado, temperatura, tamaños y defectos fueron re-normalizados por la FreshProductsBranch dependiente del Departamento de Agricultura de los EE.UU. en junio de 1996.

Fuente: CREAS