La piña costarricense refuerza su liderazgo mundial con prácticas sostenibles y sello de origen CANAPEP
 
                        
                        
                        
        
        
        
        
        
                                
                        
                        
                        La piña de Costa Rica es reconocida por su dulzura y la calidad. Con esos elementos como base, el sector se encuentra enfocado en la sostenibilidad como un factor distintivo de cara al consumidor.
Portalfruticola.com conversó con el presidente de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (CANAPEP), Abel Chaves, quien indicó que actualmente representan el 83% del área productiva en el país.
“Buscamos que cada piña costarricense sea sinónimo de confianza, calidad y sostenibilidad. Nuestras fincas cumplen con más del 90% de los estándares del Manual Técnico de Producción Sostenible, un instrumento avalado por la Comisión Social de Producción de Piña”, comentó.
Tecnología en el cultivo de la piña
Chaves puntualizó que la transformación tecnológica ha sido clave en el sector. Desde CANAPEP han liderado la incorporación de herramientas de agricultura de precisión, con el uso de drones, sensores, tractores computarizados y estaciones meteorológicas, que permiten monitorear las condiciones del suelo y del clima en tiempo real.
La innovación ha permitido aplicaciones más eficientes de fertilizantes y plaguicidas, además de proteger la salud de los trabajadores y reducir la huella ambiental.
“Durante años se decía que la piña agotaba los suelos. Hoy demostramos lo contrario: con técnicas regenerativas y labranza controlada, las fincas mantienen su productividad y la biodiversidad del entorno”, afirmó el ejecutivo.
Sostenibilidad en la industria
El Manual Técnico para la Producción Sostenible es la piedra angular del trabajo de CANAPEP.
“Este documento, establece cinco pilares de cumplimiento que abarcan aspectos ambientales, laborales y sociales. Cada finca afiliada es sometida a diagnósticos y verificaciones periódicas, asegurando que las condiciones de trabajo sean justas, los empleados estén afiliados a la seguridad social y las prácticas agrícolas se realicen bajo estrictas normas ambientales”, indicó Chaves.
Agregó que durante el último año, las fincas de CANAPEP mantuvieron calificaciones superiores al 90% de cumplimiento en todos los pilares, con casos de cumplimiento perfecto. “No se trata solo de producir más, sino de producir mejor. La sostenibilidad se mide en campo, no en oficinas”, subrayó.
Diferenciación y trazabilidad
Otro de los aspectos analizados por el presidente de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña es la creación del Sello CANAPEP, una marca registrada que permitirá identificar en supermercados y mercados internacionales las piñas producidas bajo los estándares de la cámara.

Piña de Costa Rica.
Chaves puntualizó que esperan que el sello esté activo a partir de 2026 en etiquetas y cajas de exportación, con el objetivo de comunicar de manera directa al consumidor final el origen responsable del producto y fortalecer la preferencia por la piña costarricense frente a otros países productores.
“Queremos que, cuando alguien vea una piña con el sello CANAPEP, sepa que detrás hay respeto por la tierra, por las personas y por la calidad”, añadió.
Mercados de la piña costarricense
La piña costarricense continúa consolidando su posición en los principales destinos del mundo. Según cifras de la institución, en Canadá, el consumo per cápita pasó de 3,45 a 6,62 kilogramos entre 2023 y 2024, un crecimiento del 90%.
En Estados Unidos, donde llega el 87% de las exportaciones de piña costarricense, el consumo per cápita alcanzó los 3,8 kilos anuales, reflejando una demanda sostenida.
Chaves explicó que, a pesar de los ajustes arancelarios en Estados Unidos —que elevaron el impuesto del 10% al 15%—, “la preferencia por la piña costarricense se mantiene sólida gracias a su calidad y reputación de sostenibilidad”.
Un aspecto positivo para la fruta en el mercado estadounidense fue el reconocimiento otorgado por las autoridades, que catalogaron a la piña como la fruta fresca con menor riesgo de residuos de pesticidas dentro del listado anual de productos analizados.
“Durante muchos años la piña estuvo entre las tres frutas más seguras del mundo, y este año alcanzamos el primer lugar. Eso demuestra el compromiso del país con una producción limpia y responsable”, celebró Chaves.
Desafíos y perspectivas
Analizando la situación del sector durante 2025, el ejecutivo comentó que la industria ha estado marcada por lluvias intensas y cierta presión en los costos de producción. Las herramientas de monitoreo climático y agricultura de precisión han permitido una mejor planificación ante fenómenos naturales y mayor eficiencia en el manejo de plagas.
De cara a 2026, Chaves dijo que CANAPEP proyecta mantener la estabilidad productiva, consolidar el sello de origen y fortalecer la comunicación con los consumidores. El mensaje es claro: “La piña costarricense no solo es deliciosa, sino también sostenible, responsable y socialmente comprometida”.
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