A través de su iniciativa UNSTUCK, que se lanza este mes en América Latina, la organización no gubernamental sin ánimo de lucro Tent Partnership for Refugees aspira a contribuir al fortalecimiento de la economía, especialmente del sector agrícola, en países como Colombia. UNSTUCK vincula a grandes empresas estadounidenses y europeas con proveedores latinoamericanos que quieran incluir a refugiados y migrantes en sus plantillas laborales, ayudando a que se integren económicamente en sus nuevas comunidades.

“Es una gran oportunidad para que proveedores latinoamericanos hagan negocios con algunas de las marcas de alimentos y bebidas más importantes del mundo y, al mismo tiempo, tengan un impacto social en sus comunidades locales”, comenta Juan Camilo Blanco, Gerente de UNSTUCK.

Las ventajas competitivas en la contratación de refugiados y migrantes van más allá del cumplimiento de políticas y programas de responsabilidad social empresarial. La propuesta de UNSTUCK ayuda a llenar vacantes de difícil colocación con la contratación de trabajadores altamente calificados, satisface necesidades de mano de obra temporal y disminuye las altas tasas de deserción o rotación de personal. La adopción de proyectos que apoyan la integración laboral ayuda a que los refugiados encuentren empleos formales que les permiten no sólo apoyar a sus familias e integrarse en su comunidad, sino también contribuir al crecimiento económico de los países que los acogen.

El fabricante de alimentos estadounidense Chobani ha desarrollado el primer producto de la iniciativa: Chobani® & UNSTUCK Yogurt Griego con Mangos & Crema, elaborado con mangos de proveedores en Colombia y Perú que contratan refugiados venezolanos. Sergio Karagumechian, Gerente General de CEA, uno de los proveedores de mango de Chobani, afirma que “al unirnos a UNSTUCK, pudimos trabajar con su equipo para encontrar talentos entre las personas refugiadas en Colombia e incorporarlos rápidamente a nuestra empresa. Estamos entusiasmados de seguir trabajando con más marcas que se unen a la coalición UNSTUCK, sin dejar de tener un impacto positivo en nuestra comunidad".

El modelo sostenible de UNSTUCK  utiliza el poder del mercado para crear un impacto a largo plazo. Cuantos más productos rentables sean desarrollados y comercializados a través de la iniciativa, más insumos serán demandados de proveedores que contraten refugiados. Por ejemplo, uno de los proveedores de frutas asociados que tiene un acuerdo para los próximos tres años, podría recibir pedidos cercanos a las 90 toneladas en la primera temporada.

El objetivo de la iniciativa es que el 5% de la fuerza laboral de los proveedores agrícolas participantes sea compuesto por refugiados y migrantes al primer año y, a medida que sus exportaciones crezcan, esa cifra aumente a 12% y 20% en los sucesivos períodos. UNSTUCK espera que para 2022 por lo menos cinco marcas globales estén vinculadas al programa.

“Ya estamos en conversaciones avanzadas con una reconocida marca de helados, otra de snacks de frutas, un productor de snack bars y otro de café que están interesadas en comprar insumos de proveedores en Colombia y Perú. Tent entrega un acompañamiento 100% personalizado a cada empresa y su proveedor durante el proceso. Las compañías interesadas en vincularse solo deben contactarse con nosotros y nuestro equipo profesional evaluará cada caso”, explica Blanco.

UNSTUCK permite a las marcas no sólo tomar posición sobre un problema social crítico, sino actuar en consecuencia. Los consumidores eligen cada vez más marcas que predican con el ejemplo en aspectos sociales. Una investigación de Havas Media Group muestra que el 73% de los consumidores dice que las marcas deben actuar por el bien de la sociedad y el planeta, pero el 71% no cree que las marcas van a cumplir sus promesas en ese sentido. UNSTUCK  puede ayudar a las compañías a cumplir sus objetivos de RSE (Responsabilidad Social Empresarial), impulsando la inclusión económica y social de los refugiados a través de sus actividades comerciales diarias.

Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), hay más de 30 millones de refugiados en el mundo, de los cuales el 20% se encuentra en América Latina. La región vive la segunda mayor crisis de desplazamiento en el mundo, con 5,6 millones de refugiados venezolanos.

“El aporte de la empresa privada en materia de inclusión laboral de personas refugiadas se traduce en aumentos sostenidos de ventajas competitivas a largo plazo,” afirma Blanco. Hacemos un llamado para que empresas exportadoras de productos agrícolas de la región, sin importar su tamaño, participen de esta iniciativa, accedan a oportunidades globales de exportación y construyan sólidas alianzas comerciales que beneficiarán a toda la comunidad”.

Para obtener más información y hacer parte UNSTUCK, visite www.unstuck.org.