Uno de los países más impactados por el brote de Covid-19 es España. Ante tal escenario, algunos sectores de la agroindustria se han visto afectados en diversas situaciones, como, por ejemplo, la falta de mano de obra. Sin embargo, al ser un sector primordial, la producción de frutas y verduras ha seguido su curso. En este sentido, el presidente de la Asociación de Productores de Aguacates (ASOPROA), Celestino Recatalá, comentó a PortalFrutícola.com que “la campaña de aguacate tanto en la Comunidad Valenciana, como en el conjunto de España ha discurrido con bastante normalidad a pesar de la crisis del Covid-19”.

Explicó que aun cuando en marzo el gobierno decretó un Estado de Alarma con importantes restricciones sociales, la actividad agraria se siguió considerando esencial para garantizar el suministro de alimentos a toda la población.

“En el caso del aguacate, las labores de recolección, confección y transporte no se interrumpieron y continuaron su desarrollo a buen ritmo”, aseguró Recatalá.

Incertidumbre en el traslado de mano de obra

Recatalá explicó que, en los primeros días del decreto de Estado de Alarma en el país, el texto normativo era ambiguo; por lo que “hubo cierta incertidumbre en el sector en torno al número máximo de personas que podían desplazarse por turismo (2 personas) y furgonetas (3 personas) a las explotaciones y almacenes de confección”.

Agregó que “esa restricción ha supuesto un aumento de los costes en el transporte y la mano de obra”.

En cuanto a la logística y el transporte en sí, Recatalá dijo que los problemas fueron bastante menores y, en ningún caso, generalizados.

Demanda de aguacates

Con la crisis sanitaria los mercados se encuentran bajo incertidumbre. Sin embargo, según Recatalá, “la demanda de aguacate en España y Europa ha seguido superando con creces la oferta nacional, de manera que los precios en origen se han mantenido en niveles razonables”.

En cuanto al consumo interno, especificó que aproximadamente a trece días de que finalice la recolección de aguacates autóctonos, la comercialización continúa desarrollándose con fluidez; sobre todo porque las importaciones de países terceros no han alcanzado aún sus volúmenes máximos.

Finalmente, Recatalá especificó que el robo de aguacates en algunas zonas productoras es uno de los principales inconvenientes de la campaña.

“ASOPROA ha organizado charlas de agricultores dirigidas a las fuerzas de seguridad para explicarles algunas claves que permiten identificar fruta robada en los canales de comercialización de proximidad; el bajo precio, la fecha prematura de maduración, la existencia de pezones mal arrancados o rabos demasiado largos. Esta campaña de divulgación ha favorecido la detección de varias personas durante los últimos meses”, concluyó.