La oferta de compra de 751 millones de euros de Fyffes, con sede en Irlanda, por parte de la japonesa Sumitomo Corporation, fue aprobada hoy por los accionistas, ya que los manifestantes fuera de la reunión destacaron la supuesta situación de los trabajadores en Centroamérica.

El sitio web Irishtimes.com informó que el acuerdo en efectivo de 2,25 euros por acción probablemente cerraría a mediados de fines de febrero, a la espera de varias aprobaciones regulatorias.

El presidente ejecutivo de Fyffes, David McCann, fue citado diciendo que fue "un día histórico en la historia de la compañía", que data de 1902.

La venta pondría fin a las tres décadas y media de la distribuidora de frutas tropicales como una empresa cotizada en Dublín y resultaría en un pago de 87,5 millones de euros a la familia McCann por su participación de casi el 12%.

Mientras que la reunión general extraordinaria (EGM) tuvo lugar en un hotel de Dublín, manifestantes del Consejo de Comercio de Dublín, el Congreso Irlandés de Sindicatos (ICTU), la Unión Nacional de Trabajadores Generales y Municipales (GMB), llevaron a cabo una manifestación afuera.

En un comunicado de prensa, Banana Link dijo que los manifestantes estaban pidiendo a Fyffes que "respeten los derechos de sus trabajadores, incluyendo el salario mínimo y las contribuciones a la seguridad social, en Centroamérica antes de que el EGM sellara la venta de la compañía".

"En nombre de nuestros socios en Honduras y Costa Rica, hemos estado buscando un diálogo abierto entre la administración local de Fyffes y los sindicatos por más de un año", dijo Jacqui Mackay de Banana Link en el comunicado.

"Es tan decepcionante que Fyffes se niegue constantemente a aceptar su responsabilidad de proporcionar trabajo decente con salarios dignos y un ambiente seguro".

Mientras tanto, Bert Schouwenburg, de GMB, dijo que "Fyffes realmente es la cara inaceptable de la globalización".

McCann fue citado por Irishtimes.com diciendo que Fyffes "tiene una perspectiva diferente a los manifestantes", rechazando comentar más.

En un comunicado de la semana pasada, un portavoz de Fyffes describió el movimiento de los grupos como "oportunista".

"La Iniciativa de Comercio Ético está actualmente supervisando un proceso de investigación en estos asuntos, por lo que esta acción es una medida puramente oportunista de los sindicatos involucrados", dijo.

"A diferencia de ellos, tenemos la intención de respetar el proceso y no tienen más comentarios que hacer en esta etapa".

Fotografía principal: Shutterstock.com

www.portalfruticola.com