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Columna: Teledetección, ¿Fin del monitoreo en terreno?

18 Abril 2016

Por Andreas Neuman, Gerente General UAVIQ/ WineFlight ( www.wineflightchile.com )

Andreas field ipadLa teledetección es uno de los progresos más considerables que se han realizado en la agricultura en los últimos 20 años. Últimamente, la llegada de los drones (UAV) ha permitido que una tecnología considerada prohibitiva en costos y poco precisa, sea asequible para la mayoría de los productores y con mayor precisión. Ahora bien, una vez que obtenemos los mapas, ¿Cuáles son los siguientes pasos?

Si bien la teledetección es una tecnología fantástica, el monitoreo en terreno todavía es necesario y cumple un rol crítico en la agricultura de precisión. La gran diferencia es que ahora, el trabajo en el campo consiste esencialmente en la comprobación de datos in situ analizar las causas de los problemas previamente identificados en vez de buscarlos. La teledetección permite dilucidar problemas que pueden ser pasados por alto desde el terreno, monitoreando las zonas de manera más rápida y exhaustiva. Sin embargo es muy importante comprobar la información de las imágenes con lo que está pasando en el campo, mediante inspecciones visuales, toma de muestras “guiadas” o correlacionando las imágenes con datos de otros sensores (sensores de humedad, estación meteorológica, etc.).

Es importante entender que detectar una zona de alto vigor en un mapa NDVI no es siempre óptimo y una zona con estrés no es necesariamente algo malo. Los viticultores y los enólogos necesitan por ejemplo hacer medición de grados BRIX en zonas previamente identificadas con el uso de imágenes NDVI para comprobar estas. Una vid con mayor estrés tiene muchas veces fruta con características más deseables para el enólogo que uva de plantas más “sanas”. Para la mayoría de los productores, lo más importante, no es solo identificar plantas individuales con estrés, sino también identificar las variaciones dentro del campo y entender sus causas. Los productores deben determinar qué escalas de variación pasan a ser significativas. El productor de uva para vino premium puede decidir dividir el NDVI de su campo en 10 zonas par poder identificar y tratar plantas de manera individual. Pero a un productor de uva para vino varietal le correspondería utilizar un NDVI con un escala más simple (3 o 4 zonas), con un promedio de valores en zonas de 1, 2 o 3 metros.

Cuando se diseñan estudios de campo basados en imágenes NDVI, la meta es verificar en terreno los descubrimientos en la misma escala en que se produce el NDVI. El productor quien utiliza un mapa NDVI preparará un plan de inspección en terreno y así asegurará que las muestras representativas sean tomadas en cada una de las zonas. Esto permitirá extrapolar con precisión dicha información y aplicarla en todas las zonas con valores NDVI parecidos. Esto ayuda también a determinar las causas de las variaciones en el campo y que un plan de manejo específico pueda ser implementado para homogeneizar las plantas.

Jeanne Lacome, director de la viña Papeclément en la region de Bordeaux en Francia, explica en una entrevista de 2014 como utilizan mapas NDVI justo antes de la cosecha para delimitar zonas con madurez diferentes. Detectan zonas con menos vigor y mandan alguien en terreno para controlar la madurez de la uva. Explica que si la vid entra en un periodo de “letargo”, la madurez de la uva se detiene y necesita ser cosechada lo antes posible para evitar una disminución en acidez. Sin imagen o un control en terreno guiado, habría sido casi imposible de detectar y aprovechar esta diferencia. El mapa indica donde las muestras necesitan ser tomadas.

Mientras que la teledetección es la columna vertebral, la agricultura de precisión va más allá de esta tecnología. Viticultores y otros productores de fruta utilizan sensores de suelo (sensores FDR, etc.), estación meteorológica, spectrometers, análisis BRIX, además de análisis de suelo, inspecciones “visuales”, dentro de otros datos actuales e históricos.

Para evitar malentendidos, acá disponemos de una lista sobre lo que es posible lograr con teledetección e imágenes NDVI y lo que no es posible (aún):

- La teledetección indica, por una fracción del costo de inspecciones en terreno (en términos económicos y de tiempo), donde están los problemas y las zonas de interés.
- El mapa de vigor y los datos de sensores de humedad de suelo permiten al productor de detectar una falta de agua (identificado como una zona de estrés en una área con plantas con un vigor relativamente más alto) o exceso de riego, que resulta en un crecimiento de la canopia excessivo o, al opuesto raíces podridas.
- Un mapa NDVI permite a los productores identificar donde plantas individuales o secciones presentan más estrés, pero las inspecciones “guiadas” en terreno siguen siendo necesarias para determinar la causa exacta.
- Modelos matemáticos están siendo desarrollados para poder diagnosticar en forma exacta riesgos específicos tales como enfermedades, plagas, virus o bacterias exactas, pero también para monitorear la composición química de las plantas. El Terroir es importante y puede necesitar una temporada o dos de control en terreno de los datos del mapa NDVI para perfeccionar un modelo. Mientras más temprana sea la incorporación de herramientas de agricultura de precisión en el manejo de campo, el productor podrá contar antes con los beneficios de un algoritmo adaptado a su predio.
- Imagenes NDVI verificadas en terreno con evaluaciones estándar (BRIX, acidez, análisis de polifenoles, etc.) permiten al productor de delimitar claramente “subzonas” basadas en las variaciones del viñedo para llevar a cabo una cosecha selectiva.
- El estrés causado por falta de nutrientes será detectada por la imagen NDVI y verificada con una muestra de suelo y/o de planta para poder desarrollar un manejo sitio específico de la fertilización.

La teledetección acota la necesidad de inspección manual en terreno, sin embargo, todavía no está lista para reemplazarla. La buena noticia es que las inspecciones en terreno son mucho más eficientes con el uso de la teledetección en vez de buscar por problemas, los trabajadores en el campo pueden priorizar y comenzar directamente por los puntos críticos, analizando los problemas detectados, para poder tomar acciones a tiempo, optimizando la salud y calidad de sus futuras cosechas.

Fotografía principal: Shutterstock.com

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