Proyecto busca convertirse en una alternativa al uso de plásticos en la agroindustria

Más de cien años tarda el plástico en degradarse, causando así un alto impacto ambiental y también socioeconómico. Es por esto que un grupo de investigadores, liderados por la ingeniera, doctora en química, Paula Zapata, ha decidido desarrollar un film polimérico biodegradable para su uso en frutas.

Fotografía: Shutterstock.com

“Los polímeros, generalmente se demoran en degradarse más de 100 años y generan un daño socioeconómico y ecológico muy grande, entonces… qué más que hacer un film que pueda degradarse en condiciones ambientales y que, fuera de eso, cuando se use cumpla una función de transporte para embalar diferentes materiales”, dijo Zapata en entrevista con Portalfruticola.com.

De esta manera, la iniciativa consiste en preparar un film polimérico biodegradable para su uso en el sector agroalimentario, el cual disminuya el impacto ambiental y la acumulación de desechos.

Según señaló Zapata, el proyecto es financiado en un 90% por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura de Chile, con recursos del Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional Metropolitano, y ejecutada por la Universidad de Santiago de Chile (Usach). Mientras, el 10% restante es aportado por la empresa BO Packaging S.A. con quienes realizan “mejoras en el procesamiento”.

“El film está hecho de un plástico natural con aditivos naturales y tiene muchos beneficios”, señaló la coordinadora del proyecto.

“Primero se usará para embalaje de frutas, lo que permitirá que todas las pérdidas que se obtienen en Chile -en el transporte de frutas- disminuyan. A veces se pierde un 10% en el transporte internacional ya sea de arándano o uva que son frutas muy sensibles a condiciones ambientales. Entonces, va a prevalecer que el alimento sea cubierto por este film y dure más tiempo durante el transporte y además, una vez cumplido su ciclo de vida, este sea degradable al medio ambiente”, detalló.

Y es que el film velaría por la conservación del fruto, evitando que la acción del medio ambiente (bacterias, hongos y otras condiciones) deteriore el producto, disminuyendo su calidad.

Finalmente, consultada sobre el costo que tendrá el film biodegradable, Zapata aseguró que “no subiría mucho con respecto al producto que está ahora en el mercado que es un plástico común como el polietileno. Si acaso subirá un 5%, pero no más que eso. Se va a tratar de mantener el costo”.

El proyecto estaría listo para su comercialización dentro de dos años y uno de los objetivos que el equipo tiene con FIA es no sólo aplicar este film biodegradable en frutas sino también en hortalizas y ampliarlo al campo médico.

“Obviamente, puede ser utilizado en una gran cantidad de campos”, concluyó Zapata.

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