El Gobierno, por medio del Servicio Fitosanitario del Estado (SFE), incrementó la inspección y los controles sobre la peligrosa maleza denominada “caña silvestre”.

Esa maleza se considera de importancia cuarentenaria porque representa riesgos muy fuertes para los productos de exportación, advirtió ayer el SFE.

Los cargamentos de exportación pueden ser devueltos o destruidos en los puertos en caso de que haya presencia de residuos o semilla de dicha planta.

La caña silvestre está incluida entre las principales 12 malezas de importancia cuarentenaria en el mundo. En 1993 fue detectada en Estados Unidos en un cargamento procedente de Costa Rica, por lo cual se destruyeron los productos.

La firma exportadora tuvo pérdidas por $250.000 en aquel momento, según los registros del SFE.

La maleza es de muy difícil control cuando ya está establecida en las fincas, por lo cual se busca prevenir su ingreso a áreas de cultivo.

En vista de la importancia económica de esta mala hierba, los técnicos están desarrollando con mucho éxito el control biológico con otra maleza denominada “mucuna” o “ frijol terciopelo”.

El SFE, adscrito al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), pidió a los agricultores informarse al respecto en sus oficinas.

Esa entidad dijo que la caña silvestre se detectó en Costa Rica en los año 80, proveniente de Panamá. Actualmente, se encuentra en las zonas sur y atlántica, especialmente en los cantones de Corredores, Golfito, Osa, Buenos Aires, Siquirres, Matina y Limón. Todas esas localidades están en constante vigilancia fitosanitaria.

Control legal. La maleza está en este momento dentro de la figura conocida como “control legal”, mediante un decreto del Gobierno.

Esa condición obliga a los productores a un control particular y obligatorio, recordó el SFE.

El uso de productos químicos, por otra parte, se ha vuelto muy peligroso, especialmente porque brotes de la hierba están en áreas de amortiguamiento de importantes cuencas, como las de los ríos Reventazón y Parismina, en el Caribe.

Por eso, los técnicos acuden a control biológico, como la competencia con otra maleza que no afecte las exportaciones.

El SFE pidió también controlar su diseminación.

Fuente: La Nación