Después de una investigación de cuatro años, la Oficina de Fraudes Graves (SFO por sus siglas en inglés) de Nueva Zelanda ha eliminado a Zespri de cualquier delito derivado de la práctica de facturación doble en China, pero el caso ha servido como advertencia para que los exportadores aborden la práctica con "extrema precaución".

La directora de la SFO, Julie Read, cerró la investigación y determinó que la conducta del vendedor de kiwis no cumplía con el alto estándar de evidencia para presentar cargos criminales.

Las alegaciones investigadas por la SFO fueron que Zespri facilitó la evasión de impuestos mientras exportaba kiwis a la República Popular de China hasta mediados de 2011 al proporcionar facturas falsas para que su importador las utilizara al hacer declaraciones de impuestos a los funcionarios de aduanas de la RPC.

La SFO estaba preocupada por la doble práctica de facturación de Zespri y por sus esfuerzos posteriores para distanciarse del importador infractor en forma de cartas escritas a las agencias de investigación y enjuiciamiento de China.

La oficina enfatizó que la doble facturación no es necesariamente ilegal, sin embargo, aconsejó a los exportadores que tengan cuidado ya que puede ser una bandera de advertencia para la evasión de impuestos que se comete en jurisdicciones extranjeras.

"En este caso, la práctica de facturación doble facilitó la delincuencia criminal en China. La factura de menor valor fue utilizada por el importador de Zespri para evadir el impuesto y resultó en su condena por delito de contrabando chino", dijo Read.

"El instrumento de ese delito fue creado por Zespri en Nueva Zelanda. Por esa razón, el asunto llamó la atención de la SFO”.

"La investigación de Zespri ha sido larga y refleja el hecho de que estábamos obligados a revisar los acuerdos complejos e inusuales entre Zespri y sus importadores chinos. La recopilación de pruebas documentales y testimoniales tomó mucho más tiempo de lo habitual en este asunto".

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