El presidente del Comité de Pasas de Chilealimentos cuenta cómo los productores cambiaron los gustos tradicionales.

La historia de la pasa en Chile se remonta a fines de la década de los 70, período en que se inicia el negocio exportador de fruta fresca y los descartes de uva se consumían internamente. Pero la estrategia comercial resultó tan exitosa, que la uva que no calificaba para el comercio internacional, empezó a ser demasiada para el consumo local.

“Dependiendo de la calidad del parrón, ese descarte puede ir de un 10% a un 30% ¿Qué hacías con esa cantidad de fruta?”, recuerda Juan Eduardo Laso, presidente del Comité de Pasas de Chilealimentos. En Chile tradicionalmente la pasa había sido producida por inquilinos o trabajadores que secaban la uva al sol, sobre los techos de zinc de sus propias casas.

Luis Díaz, socio y director de producción de GVF ALIMENTOS, explica que “Chile es el único país del mundo donde su industria de pasas tiene el origen en los descartes de la uva de exportación, por lo tanto los calibres que se producen son de gran tamaño”.

“Cuando los predios de uvas se trabajan y manejan exclusivamente para pasas, con el fin de tener un mejor resultado económico dejan una mayor carga en el parronal y en este escenario es posible obtener grandes porcentajes de pasas medianas sobre un 60 % y hasta un 80 %  o más de este calibre”, profundiza el empresario.

Visionarios del negocio

En la medida que el descarte de la uva de exportación fue creciendo, “Jaime Barros, Antonio Molina y la empresa David del Curto, que estaban en el negocio de la fruta fresca, decidieron hacer algo”, puntualiza Juan Eduardo Laso.

Su idea fue comenzar a producir pasas industrialmente, con la motivación extra de mantener el negocio todo el año y en consecuencia a sus trabajadores. El principal “pero” del proyecto fue que el mundo no estaba acostumbrado a las pasas de tamaño grande o jumbo. “Nadie conocía las pasas jumbo, porque el negocio internacional de las pasas era tanto o más importante que el de la fruta fresca y por ende, se producía fruta chica para estos fines”, explica el dirigente.

Las empresas americanas como Champion o Sun Maid comercializaban cajas de 80 o 60 gramos, llenas de pasas pequeñas, que se utilizaban por ejemplo en repostería. “Y ahí estábamos nosotros con una oferta donde en los 100 gramos en vez de venir 150 a 200 pasas, venían 90”, señala Juan Eduardo Laso.

“Don David Del Curto fue un visionario y pudo imaginar que en el futuro este también sería un negocio importante. Tras su muerte, quienes quedaron al mando de la empresa me contrataron para hacer un proyecto de fruta seca”, agrega. En ese entonces se decidió comprar en Estados Unidos una máquina para procesar pasas, en una época en que los americanos procesaban un 95% de frutas medianas y sólo un 5% de calibre jumbo.

“En Chile teníamos 2 o 3 contenedores de Jumbo por uno de mediana, ¿qué hacíamos con esa producción?”, era la gran pregunta de la época en la industria de las pasas en Chile. Ahí surgió la idea de ofrecerlas al mercado latinoamericano, que en un principio las consideró sólo por su menor precio.

No obstante, le fueron tomando el gusto a esta pasa de mayor tamaño y México empezó a pedirlas por sobre el resto de las medidas. “Hoy las exportaciones a ese mercado son en 90% grandes”, especifica el empresario.

Con el tiempo, los clientes internacionales comenzaron a preferir este mayor tamaño, principalmente para utilizarlas en snacks y consumirlas mezcladas con maní o nueces. “Cuando estuve a cargo en David del Curto, el año 88, exportábamos 200 a 300 toneladas. Cuando me fui terminamos con 4.000”, grafica el dirigente.

Las pasas Jumbo chilenas han hecho historia. Hoy en Europa también han elegido esta medida y cada día se exporta más a países como Estados Unidos y Canadá. “Hoy la pasa Jumbo tiene un precio de igual a igual que la mediana y se usa también para snacks con cobertura de chocolate, la que es ampliamente consumida además en Colombia y Perú”, afirma Laso.

Luis Díaz sostiene que “por muchos años Chile ha dominado el mercado de pasas de gran calibre en Estados Unidos y pasas super Jumbo para Asia, sobre todo con la variedad Flame”.

Y en el negocio de las pasas grandes ya hay otros interesados: “Argentina comenzó a producir grandes cantidades de Flame con parronales manejados para pasas, por lo que obtienen mayoritariamente calibres medianos. No obstante está incursionando en el mercado de la Jumbo y de seguro aumentará su participación”,  concluye.

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