Las claves para producir plantas de calidad para la fruticultura de Chile y el mundo

Durante el proceso de producción de una planta, cada etapa en el vivero requiere de estrictos cuidados y controles. Desde el punto de vista fitosanitario, es indispensable que la planta esté libre de enfermedades para asegurar la productividad del huerto y, al mismo tiempo, es fundamental garantizar que el material genético corresponda a la variedad adquirida por el productor.
Así lo destaca Agromillora Sur, compañía líder a nivel a mundial en el sector viverístico y un referente en producción y comercialización de especies leñosas.
De igual forma, si bien el éxito de un proyecto agrícola depende de múltiples factores, contar con un material sano y de la variedad correcta ofrece al productor una ventaja decisiva para lograr un huerto productivo y sostenible.
“Que un cliente pueda contar con una planta sana, correcta y homogénea permitirá un buen establecimiento, mejor rendimiento y una mayor vida útil del huerto”, explicó Leonel Gutiérrez, gerente de producción de Agromillora Sur, en un comunicado emitido por la empresa.
Además, una planta certificada reduce la presencia de plagas y enfermedades desde el inicio, lo que se traduce en menores costos de manejo y cosechas más rentables para el productor.
El recorrido de una planta en el vivero
Agromillora Sur explicó que todo comienza en el banco de germoplasma donde se mantienen las plantas madres. En el caso de esta empres, son sometidas a rigurosos análisis genéticos y fitosanitarios que aseguran que estén libres de plagas de relevancia económica y que cumplan con la identidad varietal correspondiente.
“Desde aquí comienza el proceso productivo que asegura que todo lo que multipliquemos sea idéntico a la planta que tenemos en el banco de germoplasma”, comentó Gutiérrez. A partir de las plantas madre se realizan las introducciones al laboratorio in-vitro, donde se establecen nuevas líneas con el fin de multiplicar el número de unidades requeridas.
Este proceso incluye análisis periódicos: en primavera, controles fitosanitarios a las plantas madres; en otoño, revisiones a las líneas in vitro; y, por último, verificaciones varietales durante toda la vida útil de la planta madre.
“Cada año realizamos estos análisis para asegurar que nuestras plantas cumplen con los más altos estándares”, señaló Pilar González, analista de calidad de Agromillora Sur.
Certificación SAG: un sello de confianza
La amenaza constante de plagas en la agricultura hace que la certificación de plantas sea clave para resguardar el estatus sanitario del país.
El Programa de Certificación de Viveros que implementó el Servicio Agrícola y Ganadero de Chile (SAG), se enfoque en la certificación de plantas. Un vivero puede estar adherido al programa, como es el caso de Agromillora.
“Podría darse el caso de que no todas las variedades están certificadas, por eso es tan importante la etiqueta que distingue este material del corriente, que es de color azul", comentó Camila Malicet, profesional de la unidad de semillas y plantas del SAG.
Malicet explicó que este programa tiene como objetivo garantizar que los materiales de propagación cumplan con los estándares mínimos de sanidad vegetal establecidos en la resolución 981 de viveros y depósitos. Sobre esa base, los programas de certificación establecen plagas denominadas de calidad, que son detalladas en cada norma específica.
"Adicionalmente, el programa de certificación de plantas busca garantizar la genuinidad varietal de los materiales utilizados, mediante comprobaciones en campo o técnicas moleculares a las plantas madres y en la descendencia”, señaló.
Este sistema distingue a las plantas certificadas con una etiqueta azul, lo que da certeza al productor de que está adquiriendo material libre de plagas de importancia económica y con garantías sobre la variedad.
“Como el programa es voluntario, el mayor desafío es concientizar a los fruticultores sobre la importancia de iniciar un proyecto con plantas que garanticen la sanidad y la genuinidad varietal”, añadió la especialista.
Mirando hacia el futuro: innovación y adaptación
La producción de plantas no solo implica cumplir con altos estándares de calidad, sino también anticiparse a las tendencias del mercado. indicaron desde Agromillora.
“El mercado es dinámico y competitivo. Por eso agregamos más parámetros de calidad esta temporada dentro del vivero. Nos diferenciamos certificando nuestras plantas, además de ser muy rigurosos con todos los controles internos genéticos y fitosanitarios que tenemos en todos nuestros materiales para asegurar la calidad", destacó Pilar González.
Cada año, Agromillora introduce nuevas variedades al mercado chileno. En 2024 y lo que va del 2025 se incorporaron frambuesas, así como portainjertos de carozos, cítricos y manzanos.
*Fotografías Agromillora.
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