Científicos desarrollan método para detectar pesticidas en polen de azahar con mayor precisión y menor impacto ambiental

Un equipo de científicos brasileños de la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp) y de Embrapa Medio Ambiente, ha desarrollado un nuevo método de análisis que permite detectar residuos de pesticidas en el polen de azahar —recolectado de flores de naranjo— con alta precisión y un consumo mínimo de insumos.
La técnica utiliza solo una centésima parte de la muestra requerida por métodos tradicionales y reduce significativamente el uso de solventes y reactivos, lo que disminuye costos y el impacto ambiental, informó Embrapa.
Un avance clave para la citricultura brasileña
La innovación llega en un momento crucial para la citricultura brasileña. Brasil, el mayor productor mundial de naranja, cosechó más de 17,6 millones de toneladas en 2023, según el IBGE. Sin embargo, el uso intensivo de pesticidas ha generado creciente preocupación por sus efectos en la salud pública y en el medio ambiente, especialmente debido al uso de neonicotinoides, una clase de insecticidas que puede contaminar el polen y afectar a polinizadores como las abejas.
Según los investigadores Robson Barizon y Sonia Queiroz, responsables del estudio en Embrapa, analizar el polen permite evaluar tanto los riesgos para las abejas como los potenciales efectos en la salud humana, dado que este producto también se utiliza como suplemento alimenticio.
Menos insumos y más precisión
La metodología se basa en la técnica micro-QuEChERS, adaptada y mejorada con cromatografía líquida de ultra eficiencia acoplada a espectrometría de masas (UHPLC–MS/MS). Esta combinación permite identificar y cuantificar residuos con gran precisión, utilizando apenas 100 miligramos de polen.
Durante el estudio, se analizaron muestras recolectadas en flores de naranjo antes de su apertura, en la primavera de 2019, evitando contaminaciones externas. Se detectaron varios pesticidas, incluidos los neonicotinoides imidacloprid, clotianidina y tiametoxam, así como otros productos comunes en la citricultura, como abamectina, azoxistrobina y carbendazim.
La contaminación por neonicotinoides ha sido vinculada a efectos adversos en abejas, como alteraciones en su comportamiento, fisiología e inmunidad. Estos insectos pueden exponerse al pesticida tanto por contacto como por la ingestión de néctar y polen contaminados, lo que podría causar desde desorientación hasta intoxicación aguda.
En la Unión Europea, el uso de estas sustancias fue restringido desde 2018 para proteger a los polinizadores. En Brasil, aunque se implementaron restricciones en 2022, su uso sigue siendo común. En este contexto, la nueva metodología podría convertirse en una herramienta clave para monitorear la exposición de las abejas y otros polinizadores.
Innovación con beneficios económicos y ambientales
Además de su efectividad, el nuevo método ofrece ventajas económicas y operativas. Requiere 10 veces menos reactivos que el procedimiento QuEChERS original y permite un análisis más accesible incluso en laboratorios con equipamiento estándar.
Su validación se realizó bajo los criterios de la directriz SANTE de la Comisión Europea, lo que garantiza confiabilidad y precisión.
Este avance no solo fortalece la capacidad de monitoreo en citricultura, sino que abre oportunidades para investigar otras cadenas agrícolas y aportar evidencia científica al debate sobre el uso de agroquímicos en Brasil.
Según los investigadores, la miniaturización del método representa un paso estratégico hacia una agricultura más segura, eficiente y alineada con los estándares ambientales y sanitarios actuales.
*Fotografías Gabriela Almeida vía Embrapa.
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