Fresh Del Monte: escasez mundial de bananas requerirá “ajustes sustanciales”

La escasez de bananas es una realidad. Considerada una de las frutas más consumidas en el mundo y la favorita como snack entre los consumidores de Estados Unidos, este cultivo enfrenta grandes desafíos de suministro debido al cambio climático y a su mayor enemigo: el hongo Fusarium Raza 4 Tropical. Esta enfermedad fúngica ataca el sistema radicular de la planta, afectando el crecimiento del fruto y, en muchos casos, volviendo el suelo inadecuado para el cultivo de banana. La Sigatoka negra, otra enfermedad fúngica que afecta las hojas, tiene efectos similares y puede reducir los rendimientos hasta en un 50 %.
En la más reciente presentación de resultados de Fresh Del Monte, su CEO Mohammad Abu-Ghazaleh abordó este problema. Advirtió a la industria sobre el creciente desequilibrio entre la oferta y la demanda de bananas debido al aumento de las enfermedades y afirmó que la compañía está implementando múltiples estrategias para afrontar esta crisis.
Jorge Peláez Reyes, vicepresidente senior de Centroamérica en Fresh Del Monte, comentó a Portalfruticola.com que la empresa está ajustando su planificación de cultivos y sus prácticas agronómicas para aumentar la estabilidad productiva y apoyar a los productores de la región.
El cambio climático agrava la situación
Más allá del Fusarium Raza 4 Tropical y la Sigatoka negra, los eventos climáticos extremos derivados del cambio climático están contribuyendo de manera directa a la propagación de enfermedades fúngicas, afectando aún más el suministro.
Diversos informes indican que América Latina —de donde Estados Unidos y Europa dependen en gran medida para el abastecimiento de bananas— será especialmente afectada por el cambio climático.
Un informe publicado por la ONG británica Christian Aid estima que, para 2080, se reducirá en un 60 % la superficie apta para la producción bananera de exportación. Además, países como India, Brasil, Colombia y Costa Rica también enfrentarán una disminución de los rendimientos hacia 2050.
“El cambio climático ha intensificado la actividad de plagas y enfermedades, lo que exige un cambio de los enfoques químicos tradicionales hacia soluciones más integradas y sostenibles”, explica Peláez.
Entre las medidas adoptadas se incluyen mejoras en el drenaje e irrigación, el uso de cultivos de cobertura y prácticas que fortalezcan la salud del suelo y de las plantas. Para prevenir la Sigatoka negra, la empresa está enfocándose en reducir el estrés de las plantas y fomentar el desarrollo de hojas mediante una mejor gestión del agua y los nutrientes.
“El espaciamiento adecuado permite una mejor exposición al sol, reduce el exceso de humedad y favorece un dosel estructurado que facilita la aplicación de productos químicos”, añade.
Para el Fusarium Raza 4 Tropical, Fresh Del Monte ha implementado protocolos preventivos de bioseguridad y está aplicando las lecciones aprendidas en sus operaciones en Asia, donde la enfermedad sí está presente. Peláez indicó que el equipo de I+D de la empresa está experimentando activamente con variedades tolerantes a la enfermedad.
Noticia relacionada:
Efecto del cambio climático: "El futuro de la producción de bananas de exportación parece incierto"
Apoyo a productores: eficiencia y prevención de pérdidas
A pesar del aumento en los costos de insumos, Fresh Del Monte está aprovechando sus inversiones previas en investigación y flexibilidad productiva para optimizar la eficiencia. Esto incluye ajustar las ventanas de producción y utilizar casi toda la fruta disponible (incluso la cosechada en períodos de excedente) para mantener un suministro constante y minimizar el desperdicio.
Estabilizar la producción nos ayuda a sacar el máximo provecho de nuestros insumos, reduciendo ineficiencias y permitiendo un uso más constante de mano de obra, materiales y recursos durante todo el año”, explicó Peláez.
Fresh Del Monte anticipa que la escasez global de bananas seguirá impactando las dinámicas del mercado y está respondiendo con estrategias de diversificación del abastecimiento y fortalecimiento de la resiliencia de su cadena de suministro.
Para corregir los desequilibrios productivos y mejorar la sostenibilidad, la empresa está ofreciendo a los productores herramientas para prever y gestionar de forma más uniforme el suministro.
“A corto plazo, estamos implementando programas específicos para optimizar la producción en los períodos en que las plantas de banana son naturalmente más productivas”, dijo.
También se están desarrollando soluciones a largo plazo, como la expansión a nuevas zonas no plantadas en Centroamérica y el apoyo a productores mediante programas respaldados por investigación. Estas iniciativas proporcionan datos detallados para ayudar a planificar cosechas más precisas. Además, ofrecen soluciones para maximizar el uso de la fruta, como el empaque de bananas más pequeñas o fuera de los estándares comerciales tradicionales.
“Uno de los principales desafíos para los productores es el exceso de volumen de bananas producido durante la segunda mitad del año”, indicó Peláez Reyes. “Estamos abordando esto mediante herramientas y estrategias que permiten desplazar la producción y prever mejor los períodos pico”.
Añadió que la planificación anticipada y la previsión de producción permiten evitar la pérdida de fruta y planificar con antelación las necesidades de mano de obra y logística. Estas estrategias buscan estabilizar el suministro regional y prevenir interrupciones tanto por exceso como por falta de oferta.