La Oficina de Estudios y Políticas Agrarias de Chile (ODEPA) publicó un informe sobre las principales especies exportadas desde enero – agosto del 2023 destacando a las cerezas, ya que registraron un volumen de 302.790 toneladas, equivalente a US$ 1.820 millones FOB, lo que representa 41,3% del valor total de las exportaciones de fruta fresca en el período de análisis. Existe un aumento de 6% en volumen y 22% en valor en los envíos de esta fruta, en comparación con igual período del año 2022.

Noticia relacionada: Factores que inciden en la inducción floral del cerezo

Al respecto el jefe del Laboratorio Agrícola Las Garzas, Mauricio Adasme, explicó que el análisis foliar consiste en tomar muestras de las hojas en un momento adecuado previo a la cosecha, “con el objetivo de ver el contenido de nutrientes que hay en la hoja para saber los nutrientes que tiene el árbol, para programar el desarrollo de las aplicaciones de los fertilizantes y se puede hacer un seguimiento de cómo está el árbol desde el punto de vista nutricional”.

Andrés Ureta, asesor de carozos y cerezos.

En esa línea conversamos con el asesor de carozos y cerezos, Andrés Ureta, quien además es director del Centro de Evaluación Rosario (CER), quien indicó que utiliza el análisis foliar en todas las especies y todos los años en los cuarteles de riego. “En el caso de los carozos lo realizo en la quincena de enero, se toman las hojas y se llevan a análisis en el laboratorio, en base a los resultados se hace el programa de fertilización para toda la temporada”.

Ureta agregó que al efectuar el análisis los productores pueden ajustar las dosis de los productos a aplicar en el campo, “no aplicar de más o de menos, por lo que el costo beneficio es muy importante. Ya que muchas veces uno cae en sobre fertilizar muchos huertos”.

Recomendaciones

Adasme indicó que es recomendable realizar el análisis foliar antes de la cosecha y posterior a ella, para saber los nutrientes que ya están en el árbol y si realizó una correcta fertilización, los nutrientes me van a servir para el próximo año y será el alimento para la brotación, floración y para la cuaja del siguiente año.

“Si realizó el análisis en febrero y veo que el potasio está alto, eso significa que en noviembre que es cuando la fruta necesita más el potasio, no hubo un movimiento desde la hoja al fruto y eso incide en la calidad de la fruta”, explicó Adasme.

Recomendó además que los productores que quieran realizar el análisis deben tomar el tercio medio de los brotes nuevos y de forma aleatoria deben seleccionar 100 hojas. “Simplemente se toman las hojas representativas se meten una bolsa y se llevan al laboratorio”, precisó.

El asesor de carozos y cerezos recomendó realizar las labores a mediados de enero, ya que en esa fecha están los parámetros establecidos y óptimos para cada elemento, eso va cambiando durante la temporada por los estados fenológicos. “Veo que ha ido aumentando el uso de la herramienta, en la medida que se han ido tecnificando más los productores y el riego”.

Mauricio Adasme, jefe del Laboratorio Agrícola Las Garzas.

Una recomendación diferente es la que entregó el jefe del Laboratorio Agrícola Las Garzas, quien indicó que la fecha idónea va desde el desde el 20 de diciembre al 20 de febrero. “En esa época es ideal para hacer un análisis foliar, ya que mientras antes lo hagas, antes van a poder realizar las correcciones y poder aplicar las medidas necesarias”.

Procedimiento

El jefe del Laboratorio Agrícola Las Garzas comentó que las hojas son recibidas y pasan a un proceso de lavado, para evitar que haya cualquier contaminante exterior, y se secan por 48 horas.

Posteriormente pasan al proceso de molienda, se convierten en polvo, y pasan a una solución ácida. Luego es analizada por un equipo tecnológico y lee los elementos. “Entregamos los resultados en 12 días hábiles, para que el agricultor pueda realizar las aplicaciones necesarias”, dijo Adasme.