Los buenos resultados observados con exportaciones de la agroindustria brasileña en 2021 y y 2022 han animado a los productores, que han seguido invirtiendo en el sector. La producción creció un 17,5% en el ciclo 2022/23 en comparación con el periodo anterior, según datos de la Compañía Nacional de Abastecimiento.

El Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada de Brasil, Cepea, de Esalq/USP, explica en su último análisis que el alto volumen producido (320 millones de toneladas) generó un excedente que permitió al sector incrementar sus ventas al exterior. Como resultado, en el primer semestre de 2023 el valor en dólares generado por las ventas de la agroindustria brasileña se mantuvo alto, con un aumento de 4,5% en relación al mismo período del año pasado, alcanzando US$ 82 mil millones.

Este resultado estuvo vinculado al volumen embarcado, que creció un 14% dado que los precios recibidos por los exportadores cayeron un 8% en el primer semestre de 2023 en comparación con el mismo período del año pasado.

Desde mediados de 2022, los precios de los alimentos han seguido una tendencia a la baja según cifras publicadas por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Esta reducción de la media de los alimentos y la energía en el mercado internacional se debe tanto a la ralentización del ritmo de crecimiento de la demanda mundial en 2023, con énfasis en los problemas a los que se enfrenta China más recientemente, como al aumento de la producción mundial. Teniendo en cuenta estos factores, el precio medio de exportación de los productos brasileños en junio/23 seguía siendo un 16% inferior al de junio/22.

La moneda nacional brasileña se depreció ligeramente frente al dólar en términos reales, ya que, descontando la inflación brasileña (medida por el Índice General de Precios Internos Disponibles, IGP-DI) del valor del tipo de cambio (R$/US$), hubo una variación positiva del 1,9% en este indicador.

Por lo tanto el tipo de cambio tuvo poco efecto sobre el resultado en reales, ya que la devaluación de los precios en dólares pesó sobre el valor del precio internalizado en reales (que descuenta la inflación nacional de la inflación del tipo de cambio nominal), cayó un 6% más en el primer semestre. Sin embargo, en moneda nacional creció casi un 7% en el primer semestre de 2023 en comparación con el primer semestre de 2022, debido al aumento del volumen exportado.

Exportación de frutas  y jugo de naranja

En el caso de la fruta, incluidas las nueces y castañas, los mercados norteamericano y europeo son los principales destinos. En Europa, los principales compradores han sido los Países Bajos (32%), Reino Unido (15%) y España (11%).

Resultado acumulado de enero a junio, según cuota de facturación en dólares.

En el caso del jugo de naranja brasileño, Estados Unidos y los países europeos, principalmente los Países Bajos y Bélgica, siguen siendo los mayores compradores.

El 2023 ha sido positivo para el sector, que vendió un 14,4% más a un precio un 4,3% superior al recibido por los exportadores brasileños en el mismo período del año anterior.

Según CEPEA, esto demuestra que, a pesar del avance del Greening (prácticas ecológicas y sostenibles) sobre los huertos comerciales, el sector nacional ha logrado mantener una producción relevante y permanecer como principal productor mundial, lo que ha sido relevante en el contexto de la drástica reducción de la producción norteamericana.

Los exportadores brasileños de productos agropecuarios siguieron aumentando sus ventas al exterior en el primer semestre de 2023. En este período, la facturación del sector en dólares creció un 4,5%, impulsada por un aumento del 14%, mientras que los precios medios en dólares cayeron un 8%.

Mercado financiero y sector agroindustrial

En lo que respecta al tipo de cambio, la expectativa de los agentes del mercado financiero es que se mantenga en torno a los 5 reales por dólar en el segundo semestre.

Desde CEPEA agregan que la continua subida de los tipos de interés en el mercado norteamericano debería atraer más capital a ese país, ejerciendo presión sobre el valor del dólar en todo el mundo, incluido Brasil. Además, es probable que la inflación en Brasil aumente un poco en los próximos meses, pero cierre en torno al 4% para el conjunto del año.

En consecuencia, el efecto combinado de ambos sobre la rentabilidad del sector en reales no debería fluctuar mucho en los próximos meses.

Con la cosecha finalizada y la moneda, al sector agroindustrial sólo le queda esperar que los precios no se deprecien demasiado en el mercado internacional para que pueda alcanzar la cifra de US$ 160.000 millones y marcar otro otro récord de facturación este año.

El maíz y la soja

Hay que señalar que el maíz sigue siendo el producto con la mayor mayor tasa de aumento, mientras que la soja fue el mayor volumen exportado. El año ha sido muy favorable para los productos del complejo de la soja y los sectores del azúcar, el alcohol y la silvicultura.

En el frente existe una preocupación por el crecimiento de las economías china y estadounidense, lo que provoca cierta volatilidad en el mercado de divisas. Sin embargo, en promedio para la primera mitad del año, el valor del tipo de cambio mostró una ligera devaluación, en términos reales, que, junto con el aumento de la facturación en dólares (4,5%), contribuyó a que la facturación real en moneda local creciera un 6,5% en el primer semestre.

China es el principal socio comercial de la agroindustria brasileña y Europa el segundo comprador.

El Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada (Cepea), basada en datos datos del Ministerio de Economía (ME), Comercio Exterior  - sistema Comexstat - muestra que el avance de las exportaciones agroindustriales en este período se debió al aumento de los envíos, principalmente de maíz.