¿Qué significa la integración de Chile al TPP-11 para la agricultura local?

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¿Qué significa la integración de Chile al TPP-11 para la agricultura local?

Durante el mes de Febrero, el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico o TPP 11 entró en vigor en Chile, convirtiéndose así en el onceavo país en ser miembro de este tratado junto con Australia, Brunei, Canadá, Japón, Malasia, México, Nueva Zelandia, Perú, Singapur y Vietnam.

 

¿Qué es el TPP-11?

Explicado de forma simple, el TPP- 11 es un tratado de integración económica multilateral, es decir, un acuerdo entre países en la región de Asia-Pacífico que permite a los países miembros a participar en el comercio de forma mutua, con aranceles reducidos para fortalecer y facilitar el tránsito de recursos y la alianza económica entre los mismos. 

Este es el tercer tratado de libre comercio más grande del mundo, después del CETA (Canadá y EU) y el USMA entre Estados Unidos, México y Canadá. 

La mayor importancia de este tratado es que permitirá que Chile tenga flujo libre de insumos con todos los países miembros, los cuales suman una población estimada de más de 500 millones de personas. 

 

Incertidumbre respecto al proceso

A pesar de que el acuerdo se había sellado entre los 11 países desde marzo de 2018 en Viña del Mar, Chile se mantenía como el único país que no lo había ratificado. En 2019 el tratado fue aprobado por la Cámara de Diputados y solo faltaba la votación del Senado. 

“Estamos muy conformes de que finalmente se haya firmado por que tuvimos bastantes aprensiones ya que se estuvo dudando de la incorporación de Chile al TPP-11, algo que hubiera significado un retroceso en todo lo que hemos avanzado como industria para ser más competitivos con nuestros productos,” dijo Andres Guillon, Director Ejecutivo de Growers Chile durante una entrevista exclusiva con Portalfruticola.com.

Una de las mayores preocupaciones para los exportadores locales era que sus competidores principales, como lo son México y especialmente Perú, ya eran parte de este tratado. Por ende, quedar fuera del mismo, automáticamente dejaba a Chile en desventaja con respecto a su competencia. 

“Estuvimos muy preocupados porque le íbamos a dar una ventaja a un competidor importante (Perú) y ahí habríamos perdido muchas posibilidades de seguir compitiendo con nuestros productos en los mercados de Asia-Pacifico,” agregó Guillon. 

 

Potencial de los mercados emergentes Asiáticos

Hay una variedad de industrias frutícolas que llevan muchos años con relaciones comerciales con todos los países miembros de TPP-11. 

Isaac Bon, socio de la Compañía Frutera del Norte y Sociedad Agrícola Rivadavia, habló en exclusiva con Portalfruticola.com sobre el potencial para Chile al unirse a este tratado. 

“La industria frutícola chilena en los últimos años ha estado mirando más a los países asiáticos que a los mercados tradicionales como Europa y Estados Unidos. La gran ventaja, en el caso de la uva, es que accedemos con más facilidad a mercados interesantes como Japón y Vietnam, que ha estado incrementando su consumo de uva de mesa,” dijo. 

Bon anticipa un intercambio fluído no solo de productos frutícolas, si no de tecnología que podría beneficiar a la industria local chilena. 

“La tecnología americana ya la tenemos, por los menos en la agricultura, pero es muy cara. Empezar a negociar y comercializar con estos países del Asia-Pacifico nos puede dar la oportunidad de acceder a nuevas tecnologías que sean más accesibles, y cuando eres parte de un grupo como este es mucho más fácil tener acceso a estas herramientas”, dijo Bon. 

“Tendremos socios muy importantes en este tratado, que son líderes en lo que es desarrollo genético, de variedades, de controles biológicos, entre muchas otras áreas en las que en Chile no destinamos muchos recursos para investigación ni desarrollo,” aseguró Guillon respecto a las tecnologías que se podrían implementar en Chile.

“Acceder a todos estos avances, que para la industria son sumamente importantes, nos permitirá mantenernos a la par con países que en este momento nos llevan mucha ventaja,” agregó Guillon. 

Al respecto de avances tecnológicos, Jorge Valenzuela, Presidente de Fedefruta, aseguró en un comunicado que: “Países del Sudeste Asiático son líderes en tecnologías y herramientas digitales, algo que necesitamos para el desarrollo frutícola: Bigdata, maquinaria de punta, transformación digital de los procesos como la gestión del agua y manejos agronómicos, muchas herramientas que pueden acelerar la modernización y la sustentabilidad del rubro”.

 

Desafíos por venir

La complejidad de esta industria de por sí genera que la industria sea tremendamente dinámica e impredecible. 

Para Guillon, lo más valioso de este tratado es que se confirma el compromiso que tiene Chile para romper barreras arancelarias e involucrarse de forma más concreta en el mundo comercial actual.

“El no ser parte de estos grupos significa quedarse atrás, y detenerse en esta industria es retroceder. Esto nos da la posibilidad de seguir desarrollando tratados individuales con otros países y mercados que se vayan incorporando y esto nos da experiencia en como negociar y concretar acuerdos, manteniéndonos así alineados con los intereses de la industria,” indicó Guillon. 

Por su parte, Bon cree que de ahora en adelante cada industria tendrá desafíos distintos para aprovechar al máximo el tratado. 

“El desafío en particular para nosotros en la industria de la uva, más allá de la calidad que ya la tenemos, es que tenemos que invertir en la condición. Debido a que nuestros tiempos de transporte son tan largos, a veces hasta tres veces más que los de nuestros competidores, es de suma importancia asegurarnos que nuestros clientes reciban el producto en la mejor condición posible, para así mantener la reputación de nuestra fruta,” aseguró Bon.

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