En este artículo de las serie "En Gráficos"   Sarah Ilyas analiza el progreso de la temporada de peras en el noroeste del Pacífico. Cada semana la serie analizará un cultivo hortofrutícola diferente, enfocándose en un origen específico o tema para ver qué factores están llevando el cambio.

A principios de septiembre, Pear Bureau Northwest (PBNW) anunció la primera estimación oficial de la cosecha de peras frescas de 2022-23 para Washington y Oregón. La proyección de la industria de la pera fresca es de 16,2 millones equivalentes de cajas estándar. A pesar de una primavera lluviosa, se espera una cosecha a la par de la media de cinco años, debido a un largo tramo de tiempo seco y cálido. La estimación de peras orgánicas se sitúa en 1.823.000 millones de cajas estándar, lo que supone el 11% del total de la cosecha prevista en el Noroeste. México, Canadá y la región centroamericana son los principales mercados de exportación.

Los informes preliminares sugieren una buena calidad de la cosecha, un tamaño de la fruta ligeramente inferior a la media y un perfil de cosecha favorable. Sin embargo, el crecimiento está retrasado entre 10 y 14 días debido a la prolongada primavera fría y húmeda. Los costos de los insumos se han reducido, pero siguen estando muy por encima de los niveles anteriores a la pandemia, lo que sigue presionando los márgenes.

Fuente: USDA Market News via Agronometrics)

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Es probable que el aumento de los volúmenes de Anjou en esta temporada compense el descenso de las variedades Bosc, Green Bartlett y Comice. California, en su mayor parte, ha concluido sus envíos y hay poco riesgo de solapamiento con el Noroeste. Los envíos a Canadá y México, que en conjunto constituyeron el 90% de las exportaciones durante la temporada 2021-22, han comenzado con fuerza. Aunque no se espera que las peras estadounidenses experimenten aumentos de precio significativos, la fruta de otros países puede ser más competitiva en cuanto a costes.

Fuente: USDA Market News via Agronometrics)

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Se prevé que la demanda de peras se mantenga estable hasta la temporada 2022-2023. Se espera que los precios sean favorables y que la calidad de la cosecha y el perfil del tamaño estén por encima de lo normal. La industria sigue ampliando los programas de acondicionamiento que emplean etileno para mejorar la textura y el sabor de las peras antes de su entrega al mercado. Las subidas de la inflación suponen un reto para el sector, ya que es probable que la gente elija variedades más baratas y/o frutas alternativas. A pesar de ser un alimento básico, las peras no son inmunes a la inflación.

En nuestra serie 'En Gráficos', trabajamos para contar algunas de las historias que están moviendo la industria. Siéntase libre de echar un vistazo a los otros artículos del sitio.

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