Por Rodrigo López Aguilar, ingeniero agrónomo, Ms MDL y eficiencia energética, consultor innovación corporativa.
Rodrigo López Aguilar
La última encuesta de Innovación realizada por el INE, las empresas en Chile tienen una tasa de innovación del 15.1%, sin embargo se estima que el 80% de las empresas que declaran innovar, son más bien adaptaciones o incorporaciones tecnológicas, como la transformación digital en el marco de la mejora continua, e incluso las actividades de I+D son consideradas como Innovación, por tanto, ¿Cuántas empresas verdaderamente, han incorporado procesos de innovación efectivos, que generen un verdadero impacto en sus finanzas y en el mercado?
Se de muchas empresas agrícolas que innovan y es irrefutable que la agricultura es bastante más eficiente que hace unos años atrás, gracias a la inversión tecnológica y el desarrollo creciente de las Agtech, pero en general, las empresas agropecuarias tradicionales no están desarrollado o incorporando procesos innovación, a la velocidad de crecimiento que tiene las otras industrias nacionales.
Por ejemplo, las Agtech, sólo han podido captar el 1% de los fondos de inversión destinado a impulsar empresas innovadoras, dentro de todos los segmentos de mercado, financiado tanto por fondos públicos como privado (Acafi, 2021). En Corfo, aproximadamente el 10% de los fondos adjudicados, recaen en proyectos del sector agropecuario.
Mas del 75% de las empresas argumentan, que innovar es muy caro y existe poco apoyo económico, que justifique la incertidumbre propia de la innovación. También, gran parte de estas empresas, comentan que es muy difícil hacer I+D, que es un asunto académico, la cual está muy desalineado con la realidad empresarial, en eficiencia, implementación y velocidad, lo que desanima a invertir en innovación.
El Gobierno recientemente presentó una serie de medidas para apoyar la inversión, una es estas iniciativas, es la propuesta de un presupuesto extraordinario en Ciencia y Tecnología de casi $76 mil millones, lo que significa un aumento histórico del 9,6% para potenciar la investigación y el desarrollo del país. Por otro lado, están los fondos de inversión Venture capital, que apoyan Startup, donde a nivel mundial, se han incrementado 10 veces la última década. En la región, se multiplicó 3,8 veces en relación al 2020, llegando a totalizar inversiones por US$ 15.736 millones.
En Chile, la tendencia es similar, según AVCC, el 2021 creció un 554%, llegando a una inversión récord de US$ 1.025 millones. Así también, las grandes corporaciones (CVC), a nivel mundial, ha tenido un crecimiento explosivo en los últimos años. Según CBInsights, en 2021 el CVC global alcanzó un récord en sus inversiones con un alza de 142% respecto del año anterior, con un total invertido de US$ 169.3000 millones.
Existen, además incentivos tributarios para invertir en Innovación (Ley de I+D, Nº20.241), donde se puede rebajar hasta un 53% del impuesto a la renta, por generar actividades I+D+i al interior de las empresas. También, está la decisión de externalizar los procesos de I+D+i, bajo metodologías de innovación abierta o colaborativas, donde las empresas pueden trabajar bajo alianzas estratégicas con startup de base tecnológica con alto potencial de innovación.
Como han visto, existe una tendencia a invertir en I+D+i, sólo he mencionado algunas alternativas de financiamiento o de trabajo colaborativo que pueda generar innovación. Son muchas las estrategias que pueden tomar las empresa para innovar, por lo que aún no se justifica dicha decisión, del ¿Por qué, las empresas no invierten en I+D+i?
Según mi experiencia, la mayoría de las empresas no generan innovación, porque los líderes y CEO de ellas, no están convencido realmente de la eficacia de la innovación, tal vez por falta de conocimiento, o por malas experiencias, ya que si el líder está convencido permitirá que la innovación esté incorporada en la estrategia de la empresa, luchando por convivir con la dualidad de la innovación, es decir; “explotando el negocio principal y explorando el negocio del futuro”, con ese claro compromiso de asignación de recursos, ese CEO estará creando una empresa “Ambidiestra”.
Un gel agrícola ecológico lleno de nematodos que protege los cultivos sin necesidad de pesticidas nocivos para el entorno.
Estos beneficios hacen de las cáscaras de limón un recurso valioso y multifuncional para el cuidado de rosales en un huerto urbano o jardín.
El cultivo de betarragas, también conocidas como remolachas, es una práctica hortícola valiosa por sus múltiples beneficios nutricionales.
