Investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (UN) sede Palmira, realizaron un diagnóstico a la actual situación fitosanitaria de frutales como papaya, piña, uva, mora, aguacate, lulo, maracuyá, chontaduro, bananito, entre otros. Esto, con la finalidad de conocer en detalle las enfermedades de las plantas y crear nuevos programas fitosanitarios.

Foto: Agencia de Noticias UN

Los cultivos analizados se encuentran en manos de más de 5 mil agricultores de los 42 municipios del Valle del Cauca, a quienes les enseñaron a quitar hojarasca, cortar hojas secas, recoger frutos podridos y usar plásticos de colores como trampas para insectos.

En concreto, y según indica Agencia de Noticias UN, el proyecto consistió en el desarrollo de programas fitosanitarios para 13 frutales del Valle del Cauca, el cual fue financiado por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y la Gobernación del Valle.

Los investigadores tomaron muestras en las que identificaron enfermedades de las plantas y realizaron unas cartillas que muestran el programa fitosanitario de cada uno de los frutales, con un uso mínimo de productos químicos.

Nora Cristina Mesa, profesora de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la U.N. Sede Palmira, señaló que la enfermedad que se encontró en todos los cultivos analizados fue la antracnosis o mancha foliar, que acaba con las flores y los frutos. Otras fueron fusarium [que ataca las raíces y los tallos] y fitophtora [un hongo que marchita y seca las hojas].

Con respecto a las plagas, la investigación determinó que la mosca blanca o trip es el vector de virus que representa la mayor problemática y afecta gran parte de los cultivos de papaya, melón y maracuyá.

Así, Mesa destaca que el proyecto le muestra al agricultor diversas alternativas y prácticas sencillas y efectivas para controlar enfermedades en sus cultivos, las que desafortunadamente han sido olvidadas.

“A ellos [los productores] sólo llegan los vendedores de agroquímicos, a quienes le dan toda su credibilidad, razón por la cual se les dificulta creer que existen otras formas de enfrentar las enfermedades”, destacó la experta.

De este modo, decidieron construir parcelas experimentales en nueve cultivos de frutas como melón, chontaduro, maracuyá, cítricos y aguacate, donde socializaron los problemas, las posibles soluciones y el manejo adecuado sin necesidad de utilizar tantos plaguicidas.

A raíz de lo anterior, se logró poner en práctica trabajos sencillos como quitar la hojarasca para evitar que los insectos se propaguen, cortar las hojas secas de los árboles y recoger los frutos podridos del suelo, con el fin de ayudar a diseminar enfermedades y plagas. También destacaron la instalación de trampas, plásticos de colores muy llamativos para los insectos ─blanco y amarillo─, los que contienen pegamento, con el fin de atraparlos.

En el caso del cultivo de frutillas, la investigación arrojó que el color favorito de los insectos que atacan el fruto es el azul.

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