La curuba, taxo, tambo, parcha o poroksa (en quechua) es una passiflora nativa de la Cordillera de los Andes en la selva alta. La fruta se consume desde la época precolombina en países como Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia.

Foto: Miguel Bonilla/Carolina Aguirre

Un estudio de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), Sede Palmira, concluyó que de las 64 especies de curuba que existen en América del Sur, 33 se encuentran en Colombia. De estas, 22 son endémicas.

“La mayor diversidad de estas especies se conserva entre los 2.500 y 3.000 metros sobre el nivel del mar [m.s.n.m]. Esto indica que se encuentran en la zona de Los Andes, La Sierra Nevada de Santa Marta y la Sierra de La Macarena”, afirmó el profesor Miguel Bonilla.

Según reporta Agencia de Noticias UN, el motivo por el que crecen en estos lugares es que cuentan con las condiciones óptimas para su desarrollo, es decir, temperaturas inferiores a los 13°C y donde las lluvias o precipitaciones no superan los 1.300 milímetros al año.

Bonilla explicó que, para identificar las especies de curuba se utilizó una base de datos construida a partir de información de las etiquetas de ejemplares botánicos depositados en 85 herbarios, consultados de manera presencial y en línea. Una vez tabulada y analizada la información, se generó un mapa de distribución y se georreferenciaron las especies que permitieron realizar el programa de recolección de germoplasma en las salidas de campo.

Lo anterior permitió conocer que la mayor riqueza del género Passiflora supersección tacsonia (curuba) se concentra en la cordillera Central y Oriental, con un número estimado de 11 a 14 especies. Inclusive se determinó que podría haber más especies sin explorar en Nariño y Putumayo -departamentos colombianos al suroeste del país-, donde el acceso para las personas es difícil debido al terreno o a los problemas de orden público.

La investigación, que es parte de una tesis de la Maestría en Ciencia Biológicas, también reveló que estas 64 especies de curuba existentes en Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú y Bolivia se encuentran en cierto grado de amenaza, detalló Agencia de Noticias UN.

Los resultados arrojados fueron: 84% de las especies presenta un grado de amenaza; 41% está en peligro; 17% es vulnerable; y 26% está en peligro crítico.

Bonilla destacó que con estos hallazgos se pretende generar conciencia en el Gobierno colombiano para que se creen políticas de conservación de la Passiflora.

Igualmente, se busca ampliar la brecha frutícola sobre la curuba y su potencial comestible que actualmente se centra en la curuba de Castilla y la curuba india.

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