Una de las industrias más potentes en Chile es la de las nueces, la cual deja toneladas de residuos que a la fecha, se pierden. A raíz de esto, un grupo de científicos del Centro Regional de Estudios en Alimentos Saludables (CREAS) desarrollará una tecnología para extraer la juglona* y, así, obtener nuevos productos –como biopesticidas y anticancerígenos- que sirvan para la industria agrícola y farmacéutica.

En Portalfruticola.com, hablamos con Carmen Soto, investigadora del CREAS, especialista en Ingeniería Bioquímica  y responsable del proyecto “Desarrollo de un proceso para la obtención de juglona desde residuos de industria procesadora de nuez común”.

“Esta es una idea que surgió hace varios años, considerando que los frutos secos están entre los que más se comercializan en Chile. Nos dimos cuenta de que en la mayoría de los casos, las nueces se exportan sin cáscara, dejando estos residuos sin utilizar", comentó Soto.

"Conversando con gente del área del cultivo y productoras de nueces y notamos que se genera mucho pelón, que es esta cáscara externa que originalmente es verde y después se oscurece y que se ocupa, más que nada, para obtener pigmentos”, agregó la investigadora.

Y es que los residuos tienen compuestos fenólicos que presentarían actividad antioxidante, además de la juglona, reconocida por su actividad antimicrobiana, como plaguicida y anti-cancerígena.

“Descubrimos información de que estos residuos tienen muchos antioxidantes y que la juglona también tiene capacidades biopesticidas, bioherbicidas y antimicrobianas”, indicó Soto.

De este modo, la finalidad del proyecto es desarrollar una tecnología que permita obtener la juglona y los demás componentes que tienen los residuos de la nuez, además de crear una tecnología estable en el tiempo que permita aplicarla en distintas áreas como la nutracéutica, farmacéutica o agrícola.

“Para los productores esto significará que los residuos pasarán a ser un subproducto al que se le puede dar algún valor agregado. Ellos tendrán que evaluar si les conviene deshacerse de esos residuos o generar una nueva línea de proceso”, comentó Soto.

Asimismo, la investigadora destacó que se reducirán los residuos, el impacto ambiental y tal vez se generarán nichos de trabajo, además de que el producto final podría ser utilizado en distintas áreas en las industrias, como los cultivos.

“Hoy los cultivos orgánicos están incrementando en el país y a nivel mundial, considerando todas las posibilidades de disminuir la aplicación de pesticidas y fungicidas químicos. Entonces, estos serían nuevos productos que servirían para tener cultivos de tipo orgánico o al menos para disminuir el uso de pesticidas químicos”, dijo y agregó que “en el caso de que logremos determinar si este producto tiene una característica anticancerígena, también será importante para la industria nutracéutica y, sobre todo, la farmacéutica”.

Respecto al financiamiento, la investigadora CREAS comentó que hace poco les entregaron un FONDEF IDeA, con lo cual podrán comenzar a trabajar en los estudios correspondientes al proyecto.

“Recién nos avisaron que se aprobó un FONDEF IDeA para financiar el proyecto, así que ahora lo vamos a desarrollar y luego a evaluar su estabilidad".

"Este es un proyecto que cuenta con unos pocos antecedentes previos de evaluación con las cáscaras -a través de una tesis que está también está en desarrollo- entonces es algo bien nuevo para nosotros, pero el IDeA financiará todo”, aseguró Soto.

“Hay hartas aristas que podríamos explotar, pero de momento hay que esperar a ver qué sale en el proyecto”, concluyó.

Dato

* La juglona es una sustancia química (colorante marrón) que se encuentra en la cáscara blanda más externa de la nuez también conocida como pelón. Ésta impide el crecimiento de algunas especies vegetales en cercanías de los nogales; las especies afectadas por la juglona presentan síntomas semejantes a los de la sequía aunque se les haya suministrado agua. Este principio fungicida natural ampliamente documentado es el principio inspirador de la científica.

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