Argentina: Los números de la temporada frutícola no cierran

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Argentina: Los números de la temporada frutícola no cierran

la estadística del primer trimestre indica que ultramar finalizará con los números en rojo.

Las exportaciones regionales de frutas y hortalizas hacia los mercados de ultramar alcanzaron al cierre del primer trimestre del año las 160.700 toneladas. La cifra representa una caída del orden del 34% en relación con el mismo período del año anterior y del 38% en comparación con el promedio de ese trimestre de las últimas cinco temporadas.

De ello da cuenta el reciente informe elaborado por la terminal portuaria Patagonia Norte, en el que se destaca que el 98% de los embarques correspondió a las distintas variedades de peras y manzanas.

Las ventas de peras totalizaron 126.850 toneladas, un 32% menos que en la temporada anterior. La misma tendencia se observa en manzanas: en los primeros noventa días del año partieron hacia los distintos puertos de ultramar algo más de 31.000 toneladas, que representan una merma del 38% respecto del mismo período del 2011.

Según informes realizados por el sector privado, esta tendencia negativa se consolidará en torno al 30% hacia el fin de la temporada, siempre hablando de las ventas en los mercados de ultramar.

Las mermas reflejadas en esta estadística obedecen a un menor volumen de fruta disponible para el mercado en fresco, a lo que hay que sumar la mayor oferta regional orientada hacia Brasil y el mercado interno. Respecto de este último punto es importante señalar que, ante la pérdida de competitividad que está generando la paridad cambiaria en la Argentina, muchos de los programas que las empresas regionales tenían previstos para destinar a los puertos de ultramar fueron reorientados a estos dos mercados regionales.

"Estamos, en el mejor de los casos, vendiendo en Europa a los mismos precios que el año anterior con costos locales cada vez más altos", protestó uno de los exportadores ligados a la CAFI al salir de una reunión de la cámara.

La estadística oficial da cuenta de que en el primer trimestre del año se dejaron de exportar cerca de 83.000 toneladas de pomáceas, dato que surge de comparar las ventas de esta temporada con los volúmenes consolidados para la misma fecha del 2011. De llevar este volumen a valores (computando el FOB promedio del trimestre) surge que en lo que va de la temporada por las ventas de peras y manzanas hacia ultramar dejaron de ingresar más de 65 millones de dólares.

Tomando en cuenta las estimaciones de los embarques para el cierre de la temporada, este año los ingresos por las exportaciones de ultramar caerían en torno a los 80 millones de dólares.

El faltante de esta importante cantidad de dinero en el sistema frutícola sin dudas generará importantes desequilibrios en los números finales de exportadoras, productores y proveedores.

Una clara señal de lo que ocurre es que las empresas recurren con una mayor frecuencia al sistema financiero para poder cubrir sus desequilibrios.

Es que tradicionalmente los importadores europeos financian, con adelantos sobre futuras ventas, a los exportadores regionales entregando recursos clave para dar inicio a la temporada. Las menores exportaciones hacia ultramar no sólo golpearán a la región con una caída en el ingreso de divisas sino que también significan menos adelantos de fondos por parte de los importadores para financiar la primera etapa de la cosecha y los servicios.

Frente a este faltante de dinero, las empresas se terminarán financiando con la fruta, los proveedores y los bancos, que son los que hoy sostienen el sistema. De ahí que habrá que esperar un aumento de los stocks de deuda en varias exportadoras regionales ya que muchas de ellas no podrán cancelar sus préstamos –como se hizo hasta ahora– sino que se verán obligadas a refinanciarlos al no contar con fondos disponibles para hacer frente a sus acreedores.

MERCADOS ALTERNATIVOS, ¿COMPENSAN?

No son pocos los que especulan con que el mercado interno y Brasil serán claves para sortear los problemas que atraviesa la fruticultura regional. Desde el gobierno provincial existen muchas expectativas al respecto. Es que los precios finales que se observan en estas dos plazas son mucho mejores que los que se obtienen en ultramar, siempre hablando de fruta de cierta calidad.

Según datos preliminares, las exportaciones argentinas de peras hacia el mercado brasileño alcanzaron, en el período en análisis, las 43.000 toneladas, volumen un 15% superior al del año pasado. En el caso de las manzanas, los volúmenes colocados en ese destino se mantienen relativamente estables en torno a las 10.000 toneladas, tanto en la pasada como en esta temporada. Proyecciones privadas determinan que, para el cierre de la temporada, los envíos de peras podrían crecer en un promedio del 10% durante todo el 2012, mientras que en manzanas se esperan caídas en torno al 10% respecto de los volúmenes colocados durante el año pasado.

En relación con los precios, los operadores estiman que, en el mejor de los casos, se puede esperar una suba promedio (medida en dólares) del orden del 5% en relación con la temporada anterior (hoy los precios están relativamente estables, con una paridad menor a la del año anterior). La mayor parte de los empresarios consultados asegura que la fruta de calidad va a recibir importantes retornos, mientras que aquella que no presente esta característica a duras penas podrá compensar los costos de producción.

Considerando la hipótesis de máxima (positiva), por las ventas a Brasil la región debería percibir unos 17 millones de dólares adicionales a los ingresados durante la temporada anterior.

El otro mercado de importancia es el local. Hoy existe una importante demanda de frutas en la Ciudad de Buenos Aires, el primer cordón de la provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y el norte argentino.

Pero en este caso también hay que diferenciar la fruta de buena calidad de aquella que no reúne esta condición. En el caso de la primera se pueden esperar buenos precios, pero en general no representa el 30% del total de la oferta colocada en esos mercados. Para aquella fruta que no presenta calidad, la volatilidad de precios es muy amplia y por lo general se terminan percibiendo, en el mejor de los casos, retornos margi-nales.

De acuerdo con estimaciones privadas, el año pasado el mercado interno terminó "facturando" por la pera y la manzana vendidas alrededor de 300 millones de dólares. Para poder equilibrar las pérdidas generadas en el sistema por las menores ventas hacia ultramar, los niveles de facturación del mercado interno deberían crecer este año en un piso del 20%.

Muchos operadores estiman que en esta temporada van a estar bien diferenciados los ganadores de los perdedores.

Aquellos que pudieron guardar fruta de calidad para destinarla a Brasil y el mercado interno durante la segunda mitad del año obtendrán altos retornos. Para el resto todo será muy complicado.

De no haber cambios macro en el modelo económico nacional, habrá que esperar un escenario muy similar al del año pasado.

Se sabe que en esta temporada el sistema terminará nuevamente con números negativos, sólo falta determinar cuánto es lo que finalmente se perderá.

Fuente: Río Negro

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