Con la presencia del intendente de la Región, Sergio Gahona, entre autoridades locales, en La Serena la actividad desarrollada por FEDEFRUTA tuvo como el eje central en el riego de los frutales.

Con el objetivo de congregar al mundo frutícola de la región de Coquimbo en torno a las temáticas de interés para su quehacer, la Federación de Productores de Frutas de Chile (Fedefruta) en conjunto con la Sociedad Agrícola del Norte (SANAG) y ProChile, organizaron en La Serena una nueva jornada del “IX Ciclo de Encuentros Regionales de Productores Hortofrutícolas”, instancia que tuvo como eje central los desafíos en torno al uso del recurso hídrico para una zona que muestra la mayor superficie plantada de frutales en los últimos años, pero que se ve constantemente amenazada por una menor disposición de agua para riego.

En la oportunidad, Nicolás Franck, Director del Centro de Estudios de Zonas Áridas de la Universidad de Chile (CEZA), contextualizó la realidad productiva mencionando que, por un lado, “el agua en esta zona del país se ha transformado en un bien escaso y sobre ella existe además una creciente demanda a raíz de una mayor siembra de frutales”, a lo que se suma, los efectos del cambio climático “que traen consigo una disminución en las precipitaciones y un aumento de los fenómenos de sequía más frecuentes”.

En este contexto, el académico planteó la necesidad de aumentar la presencia del riego tecnificado en la región, lo cual “permitiría incrementar la eficiencia en un 300% en el uso del agua por tendido a goteo”, y elevar la eficiencia por transpiración “que al comparar un cultivo tradicional versus uno de menor requerimiento hídrico, puede elevar la eficiencia entre un 200% a un 500%”, señaló.

Asimismo, propuso “para una zona eminentemente árida” modificar la base de cálculo desde la hectárea al m3 por riego, como, según relató, lo han hecho países como Australia, para alcanzar no sólo una eficiencia productiva, sino que también económica.

“Si cambiamos el cálculo de la hectárea al recursos realmente escaso, que es el agua de riego, nuestra base puede ser, comparando una especie como el palto, que puede tener alta producción por hectárea, con la tuna, que quizás tenga una producción menor por hectárea, y la llevamos a la producción por m3 de agua aplicada, nos daremos cuenta que ese frutal tiene una mayor eficiencia productiva y se traduce también en una eficiencia económica”, comentó Franck.

En esa misma línea, Alfonso Osorio, investigador en riego del INIA, sostuvo que “hay que reconocer que la región de Coquimbo es una zona árida”, dando cuenta que la única manera de sostener su desarrollo productivo es aplicando un uso eficiente del recurso hídrico, toda vez que “esta zona dispone de la misma cantidad de agua (histórica) y con esos, debemos saber vivir”.
De esta forma, insistió que se requiere avanzar en riego tecnificado por las razones antes mencionadas, pero también para abordar un nuevo paradigma que se avizora para la industria frutícola: La huella del agua.

“En el mundo la sensibilidad sobre este tema ha ido creciendo, y no lo colocaron las exportadores o productores, sino que el sistema ambientalista, por lo tanto, medir la huella del agua será un requerimiento a futuro para nuestras producciones y el manejo eficiente del agua marcará una diferencia significativa al momento de rotular los alimentos”, señaló Osorio.

Desafíos

Durante el seminario, al que asistió el intendente Sergio Gahona, los presidentes de Fedefruta, Antonio Walker y de la Sociedad Agrícola del Norte, José Moreno, además de representantes de otros organismos gubernamentales y empresas agrícolas de la zona, se abordaron también los desafíos de la industria regional.

Al respecto, el presidente de Fedefruta señaló que “la región tiene una gran industria frutícola, con 31 mil hectáreas, y tenemos que aumentar el presupuesto de la ley de riego para permitir que el 100% de los huertos de esta región tenga su riego tecnificado, invertir en los embalses que requieren las plantaciones, porque es lejos la actividad que más empleo genera en la región”.

En tanto, José Moreno, aseguró que la actividad gremial pasa a ser muy relevante frente a las dificultades que está atravesando el sector y la economía internacional.

“La competitividad del sector se ha perdido por el tipo de cambio y el aumento de costos. Hoy día necesitamos, todos unidos sentarnos con las autoridades para buscar soluciones. Hemos avanzado mucho. Se ha instalado la mesa técnica para la competitividad agrícola, una mesa muy representativa, cuya misión es buscar caminos y centrar su presupuesto en lo que nos pega más fuerte que es el endeudamiento, el financiamiento y el tipo de cambio, pero, sin lugar a dudas, necesitamos fortalecer la unión para sacar esta tarea adelante”.

Finalmente, el intendente Sergio Gahona valoró el compartir con uno de los sectores económicos de la región más relevantes.

“La agricultura no sólo forma parte de la historia de esta región, sino forma pate del crecimiento, del desarrollo, del empleo, del producto interno bruto, de la educación en general. Está muy arraigada en nuestra región. Estamos pasando dificultades con el precio del dólar, el costo de la energía, el precio de la mano de obra y con la escasez de agua. Pero sin duda, que el entusiasmo, el empuje, el trabajo, el empeño de los agricultores de nuestra zona, nos va a permitir salir de este impasse y poder sacar adelante esta actividad económica. Como gobierno estamos dispuestos y estamos respaldando ampliamente a las asociaciones gremiales, a las juntas de vigilancia, trabajando en la conectividad, en los embalses, en la administración eficiente del agua, y en todas las condiciones que desde la región podemos manejar. Hay temas país que el gobierno está muy preocupado en resolver y hay una mesa de trabajo con los gremios”, manifestó el jefe regional.

Fuente: Fedefruta