Ensayos realizados en la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la UNLP muestran un importante aumento de la producción y los calibres de los frutos en las plantas fertilizadas con calcio.

La acidez del suelo es necesaria para una óptima nutrición y desarrollo del cultivo, y cuando el pH del suelo aumenta por encima de 5,5, se limita su capacidad para absorber algunos nutrientes tales como hierro y zinc, reduciendo el crecimiento y el vigor de las plantas.

Necesidades de fertilización

La mayoría de los cultivos se desarrollan sobre suelos naturalmente ácidos con baja capacidad de intercambio catiónico o sobre suelos acidificados por la incorporación de azufre. Sin embargo, en estas condiciones se ve afectada la disponibilidad y absorción de nutrientes como el calcio, potasio y magnesio, siendo entonces necesaria la fertilización.

Aunque, como se mencionó anteriormente, el arándano es una especie adaptada a crecer en suelos ácidos con bajos contenidos de calcio, se observó que pueden ocurrir deficiencias de esté nutriente en cultivos muy fertilizados o plantas vigorosas.

El calcio tiene particular importancia, ya que generalmente no es incluido en los programas de fertilización y al ser un elemento poco móvil en el suelo y en la planta, no se removilizará, por lo que es conveniente contar con un adecuado suministro en los momentos de mayores requerimientos.

Este nutriente cumple importantes funciones en el crecimiento y sanidad vegetal, interviene en el metabolismo del nitrógeno, el crecimiento y elongación celular de tallos y raíces, entre otras funciones. Las deficiencias de calcio se manifiestan como una clorosis o amarillamiento entre nervaduras en hojas jóvenes, quemado de los márgenes en hojas viejas y deformaciones en los puntos de crecimiento.
 
Más rendimiento y mayores calibres

A través de ensayos realizados en la Estación Experimental Julio Hirschhorn, perteneciente a la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la UNLP, utilizando tres tipos de fertilizantes cálcicos aplicados al suelo, yeso, quelato de calcio, lignosulfonato de calcio, todos ellos con la propiedad de no modificar el pH, se pudieron observar distintos beneficios de la fertilización cálcica. Entre ellos, pueden citarse la emisión de brotes nuevos, que son los que tienen el mayor potencial productivo, así como un incremento en el rendimiento y el tamaño de la fruta, lo que mejora su calificación comercial. Los resultados muestran aumentos del orden del 36 al 61% en la emisión de brotes basales, 5 al 21% en el rendimiento y 5% en el diámetro del fruto. La fertilización se realizó en forma fraccionada desde floración hasta fin de la brotación.

Los fertilizantes solubles, como el quelato y el lignosulfonato, al ser aplicados junto con el agua de riego aumentarían directamente la cantidad de calcio en la solución del suelo y en la zona de mayor concentración de raíces, mejorando su disponibilidad inmediata para las plantas. En el caso del yeso, al ser una fuente de menor solubilidad, se libera el calcio mas lentamente, limitando la disponibilidad inicial para las plantas pero derivando en una mayor reserva a mediano plazo. Los resultados de estos ensayos revelaron que la fertilización cálcica es una alternativa para mejorar el manejo del cultivo, favoreciéndose con esta práctica una nutrición mas balanceada.
 
* Ing. Agr. Becario CIC (Comisión de investigaciones Científicas de la Prov. de Bs. As.)
** Ing. Agr. Profesora Adjunta Cátedra de Edafología FCAyF-UNLP.
*** Ing. Agr. Profesor Titular Cátedra de Fisiología Vegetal FCAyF-UNLP

Fuente: Fruticultura Sur