Anticipan una primavera seca y calurosa en Chile

Chile cierra un nuevo invierno marcado por la sequía. Entre Valparaíso y Puerto Montt, las lluvias estuvieron muy por debajo de lo habitual y la nieve también registró déficits históricos, reportaron desde la Universidad de Talca (UTalca)
“El déficit entre Valparaíso y Santiago fue cercano al 19%; entre San Fernando y Chillán alcanzó un 34% en promedio; y de Concepción a Puerto Montt llegó a un 27%”, detalló el agroclimatólogo de la casa de estudios, Patricio González Colville.
En el caso de la nieve, los déficits fueron aún más críticos: “La zona de Coquimbo registró un 57%; Valparaíso (Aconcagua), 41%; Santiago (Maipo), 76%; el Maule, 60%; y Ñuble y Biobío fluctuaron entre un 54% y un 74%”, indicó.
Invierno frío y con heladas extremas
Según González, este invierno estuvo marcado por temperaturas mínimas muy bajas: –1,3 °C en Santiago, –4,5 °C en Talca y –9,3 °C en Chillán. A ello se sumó la falta de lluvias, lo que prolonga la megasequía iniciada en 2007.
“Esto sugiere un escenario cada vez más precario para la agricultura”, advirtió el especialista del Centro de Investigación y Transferencia en Riego y Agroclimatología (CITRA UTalca).
No obstante, destacó que los embalses mantienen buena capacidad, entre un 40 y 80%, lo que ofrece un respaldo a los agricultores. De todas formas, recomendó extremar el cuidado del agua, tecnificar el riego y aplicarlo solo cuando sea estrictamente necesario, ya que no se esperan lluvias adicionales en primavera.
Primavera de transición y riesgo de heladas
El experto recalcó que septiembre será un mes de transición entre el invierno frío y seco y un período cada vez más cálido y árido. “Es un mes de bisagra, donde aún pueden ocurrir sistemas frontales, heladas tardías y alternancia de días fríos y cálidos. La recomendación es tener precaución, sobre todo porque los cultivos se encuentran en floración”, señaló.
Actualmente, la zona agrícola central de Chile se encuentra en condición neutra, sin influencia de El Niño o La Niña, indicaron desde la UTalca. Sin embargo, los modelos climáticos estiman que entre octubre y diciembre de 2025 se configure un evento de La Niña, de intensidad débil a moderada, que podría extenderse hasta marzo de 2026.
“La probabilidad de precipitaciones será muy baja, lo que en principio es positivo para la agricultura porque evita daños como granizadas o heladas asociadas a masas de aire frío. Pero esto también reducirá la humedad relativa, generando atmósfera más seca, cielos despejados y mayor radiación solar”, explicó el agroclimatólogo.
A partir de octubre, se espera que comiencen a predominar los días de calor, con temperaturas extremas que podrían alcanzar entre 25°C y 33°C, tendencia ya observada en primaveras anteriores bajo influencia de La Niña.
El especialista advirtió, además, que si el fenómeno se prolonga hasta el otoño de 2026, podría retrasar el inicio de las precipitaciones, complicando aún más la situación hídrica del país.
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