Agricultura y cambio climático: el aporte de los bioestimulantes en la producción sustentable

Los agricultores enfrentan un escenario cada vez más desafiante, en el que el cambio climático, la reducción del uso de insumos sanitarios y las exigencias del consumidor final redefinen las reglas del juego. En este contexto, los bioestimulantes han emergido como una herramienta clave para asegurar la calidad y condición de la fruta.
Portalfruticola.com conversó con Joaquín Sosa, jefe de negocios para el Cono Sur en Acadian Plant Health, una empresa con casi cinco décadas de experiencia y pionera en el desarrollo de soluciones biotecnológicas basadas en extractos de algas, especialmente Ascophyllum nodosum, un alga única del Atlántico Norte.
La industria frutícola tiene la directriz clara: producir más y con mejor calidad, firmeza, sabor y condición, a la vez que se realiza una actividad productiva amigable con el medio ambiente. En este marco, la biostimulación no es solo una tendencia, sino una necesidad productiva, comercial y ambiental.

Joaquín Sosa, jefe de negocios para el Cono Sur en Acadian Plant Health.
Sosa, explicó que el extracto de algas que desarrollan es en base a Ascofilum nodosum, “que por su composición enfrenta la mitigación de efectos abióticos y va a ser la herramienta del presente y futuro de la industria”.
Añadió que esta alga tiene características que no tienen otras y le da ciertas particularidades, sumado al método utilizado para obtener los componentes.
Explicó que es un alga propia de las aguas frías del Atlántico Norte, principalmente al norte de Estados Unidos y Canadá, y no se encuentra en todas partes del mundo.
Bioestimulantes y fruticultura
Joaquín Sosa destacó que la empresa tiene presencia en más de 80 países y trabaja con más de 70 cultivos. A su juicio, Chile es un mercado maduro en términos de biostimulación. “La fruticultura chilena hoy día no es solo productividad y kilos, sino calidad y condición”.
Resaltó que el país adoptó tempranamente esta tecnología. "Toda la fruticultura necesita de los biostimulantes, porque nuestro negocio no termina en el campo, sino que en el consumidor final”.
Acotó que en términos de mercados, la fruticultura chilena fue el epicentro y partió mucho más temprano que otros en cuanto al uso de bioestimulantes.
Proyección y beneficios
Consultado sobre la proyección del uso de bioestimulantes, Sosa comentó que como empresa están enfocados en la educación, “desde la concepción del uso de los productos, ya que los efectos no solo se ven a nivel productividad”.
Señaló que los bioestimulantes activan la planta a nivel de fotoasimilación, “y por lo tanto tiene mucho más brote, más fruta, mucha más cuaja, más calidad, más materia seca, mejor relación azúcar - acidez y más piernas para poder enfrentar la exportación”.
Con una mirada a los próximos años, Sosa planteó que la tendencia será la del mercado. "Estamos hablando de crecimientos anuales de dos dígitos y, a medida que la adopción de la tecnología sea una realidad, estos números debieran llegar a valores del 20 al 25% anual de crecimiento en términos de uso”.
Explicó que se encuentran trabajando en centros de investigación de primer nivel en Inglaterra principalmente, utilizando tecnología que permitan el desarrollo de productos nuevos y de mayor impacto.
Finalizó señalando que la sustentabilidad debe generar un beneficio económico al productor. "Tiene que ver con el negocio y con la necesidad que hoy día estamos teniendo”, concluyó.
*Fotografías gentileza Acadian Plant Health.
Noticia relacionada:
Bioestimulantes basados en Ascophyllum nodosum