Argentina convierte un residuo frutícola en ingrediente alimentario autorizado

Argentina ha dado un paso significativo en el aprovechamiento de subproductos de la agroindustria: el orujo de manzana seco fue oficialmente incorporado al Código Alimentario Argentino (CAA), permitiendo el uso de este residuo frutícola como ingrediente en alimentos procesados.
Esta decisión promueve la sostenibilidad, la innovación y la reducción del desperdicio en la industria frutícola nacional, destacó el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.
La medida quedó formalizada mediante la Resolución Conjunta Nº 39/2025, firmada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía y la Secretaría de Gestión Sanitaria del Ministerio de Salud. Se trata de un avance clave para el sector de jugos y sidras, que genera este subproducto en grandes volúmenes durante la producción industrial.
Un residuo frutícola con potencial
El orujo representa entre un 25% y 30% del peso total de la manzana procesada, y está compuesto principalmente por pulpa y cáscara (95%), semillas (2-4%) y pedúnculo (1%). Investigaciones de la Universidad Nacional de La Plata destacan su alto contenido de fibra, azúcares naturales y antioxidantes, lo que lo convierte en un ingrediente funcional de alto valor nutricional.
Con esta inclusión normativa, el orujo de manzana seco podrá utilizarse, entero o molido, en la elaboración de productos como panes, budines, pizzas, galletitas, barritas de cereal, infusiones y mezclas para rebozar. Esta habilitación no solo diversifica la oferta alimentaria, sino que impulsa el desarrollo de alimentos con valor agregado y fomenta el aprovechamiento integral de la materia prima.
La iniciativa forma parte del Plan Nacional de Reducción de Pérdidas y Desperdicio de Alimentos, que promueve un uso más eficiente de los recursos en toda la cadena agroalimentaria. Además, refuerza la estrategia de economía circular al reinsertar un residuo antes descartado como insumo útil para la industria alimentaria.
En 2024, según datos de SENASA, Argentina produjo 434.190 toneladas de manzanas frescas, de las cuales alrededor del 27% se destinó a la industria de jugos y sidras. Ese mismo año, el mercado interno de sidra superó los 43 millones de litros, con una proyección de crecimiento del 5,1% para 2025, lo que anticipa una creciente disponibilidad de orujo como subproducto.
La actualización del CAA acompaña los avances del sector productivo y promueve la adopción de tecnologías sustentables en la cadena de valor frutícola, impulsando la competitividad regional y nacional.
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