Cítricos uruguayos: el sector proyecta exportar 130.000 toneladas para 2028

Uruguay dio inicio a la zafra de cítricos 2025 con la visita del presidente, Yamandú Orsi, al campo El Espinilllar, en el departamento de Salto, en una actividad organizada por la Unión de Productores y Exportadores Frutihortícolas del Uruguay (UPEFRUY).
Al arribar, el mandatario recorrió Salto Grande Fruits y Frutura Uruguay, donde se reunió con empresarios que le plantearon las necesidades del sector, centradas en caminería rural, control de plagas, recursos humanos y apertura de mercados, reportó la presidencia de Uruguay. Además, se puso en valor el papel clave que cumple la investigación y la innovación para enfrentar los desafíos actuales y futuros de la citricultura.
Según cifras reportadas por la misma entidad, hoy el sector citrícola de Uruguay exporta unas 80.000 toneladas de cítricos al año. La mayor producción es de mandarinas sin semilla con variedades patentadas. Además, vende naranjas en caja y para industria, estas últimas destinadas a la elaboración de jugos.
Para 2028, el sector prevé superar las 130.000 toneladas.

Punta pie inicial zafra citrícola 2025 | Fotografía Presidencia de Uruguay.
En la actualidad, trabajan unas 10.000 personas en el rubro y, con el incremento en la producción, está proyectado un importante aumento de la demanda de mano de obra, sobre todo, en cosecha.
Solo en El Espinillar hay 3.500 hectáreas plantadas, detallaron desde presidencia. En el norte, se estima que la superficie utilizada llega a unas 9.000.
En el marco del acto oficial del inicio de la zafra o cosecha, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, Alfredo Fratti, elogió el crecimiento de esta producción y el grado de inversiones en el área.
“Este es el Uruguay que queremos, con más trabajo y tecnología”, expresó.
Destacó que el 80% de lo plantado recibe riego, a través de un sistema instalado a tales efectos, modelo que podría replicarse en otros lugares.
Señaló que hay mucho por aprender y celebró el entusiasmo de un sector en crecimiento. “Pueden contar con el ministerio para seguir trabajando”, manifestó.

Cítricos de Uruguay | Fotografía INIA Uruguay.
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Trabaja en mejoramiento genético en cítricos
En la actividad también estuvo el presidente del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Miguel Sierra, quien destacó el aporte del Programa de Mejoramiento Genético de INIA, así como el Programa Nacional de Saneamiento y Certificación de Cítricos (PNSCC), que establece estándares específicos para certificar plantas sanas y exige su comercialización exclusiva.
“Uruguay ha podido trabajar con antelación frente al HLB, gracias a los esfuerzos coordinados en el marco del Consorcio Citrícola, que reúne al sector productivo, el MGAP a través de Servicios Agrícolas e INIA, además del rol de instituciones como INASE”, subrayó.
Desde INIA Salto Grande se llevan adelante múltiples líneas de investigación orientadas a fortalecer la citricultura uruguaya, tanto en la mejora productiva como en la sostenibilidad y sanidad del cultivo.
El Programa de Mejoramiento Genético, por su parte, busca desarrollar nuevas variedades de mandarinas, naranjas y limones, priorizando atributos como mayor sanidad, mejor sabor, ausencia de semillas y facilidad de pelado, entre otros aspectos de valor comercial y agronómico.
En el área de manejo y fisiología del cultivo, INIA trabaja en tecnologías que permitan incrementar sostenidamente la producción exportable, optimizando el uso de recursos como el agua y los nutrientes, y minimizando el impacto ambiental. Se impulsa además la investigación en el manejo del suelo, con soluciones prácticas que promuevan sistemas productivos más resilientes y adaptados a los desafíos actuales.
Frente a la amenaza del HLB, INIA, DGSA y UPEFRUY han trabajado de forma coordinada en el diseño e implementación de una estrategia nacional de prevención, detección temprana y mitigación de impactos, consolidando una respuesta sanitaria robusta ante esta enfermedad.
Asimismo, se promueve un enfoque de manejo integrado de plagas, combinando prácticas sostenibles que incluyen el control biológico mediante la cría e introducción de parasitoides —una técnica que remonta sus antecedentes en el país a 1919— y el uso de productos de bajo impacto ambiental, seguros para la salud humana y libres de residuos en fruta.
Finalmente, a través de procesos de co-innovación entre INIA y empresas citrícolas, se ha logrado consolidar el uso del frío como herramienta clave en la exportación. Este avance se complementa con un manejo precosecha ajustado, con énfasis en la nutrición, selección de recubrimientos adecuados y prácticas de preenfriamiento que permiten preservar la calidad de la fruta exportada.