Conociendo más: Drosophila Suzukii o Mosca de las Alas Manchadas

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Conociendo más: Drosophila Suzukii o Mosca de las Alas Manchadas

Nombre Científico: Drosophila suzukii,  Matsumura, 1931.

Nombres comunes:

  • Español: Mosca de alas manchadas, mosca del vinagre, mosca de las cerezas.
  • Inglés: Spotted wing Drosophila, SWD, cherry vinegar fly, cherry fruit fly.

Se cree que D. suzukii es originaria del este y sudeste de Asia, incluyendo China, Japón y Corea (Walsh et al., 2011), y actualmente se ha dispersado a Estados Unidos, Europa y Sudamérica, siendo detectada en nuestro país en 2017. Se considera una plaga emergente e invasiva.

¿Cómo reconocer a la mosca de alas manchadas?

La mosca de alas manchadas, corresponde a una pequeña mosca, en donde las hembras adultas miden aproximadamente 2,25 a 4,00 mm de largo, mientras que los machos son generalmente un poco más pequeños, de 2,0 a 3,5 mm. Poseen ojos rojos, tórax marrón o amarillento pálido con bandas transversales oscuras en el abdomen, antenas cortas con una arista ramificada, y presentan dimorfismo sexual. Los machos muestran una mancha oscura casi en el borde superior apical de cada ala. Para más información, puedes descargar el Manual del SAG aquí!

Es un insecto polífago, ya que ataca a una amplia gama de cultivos de frutas, así como a un número creciente de frutos silvestres. Es una grave amenaza económica en los cultivos, porque a diferencia de la mayoría de las especies de su género -denominadas comúnmente “moscas del vinagre” (las cuales no son plagas, ya que infestan sólo fruta sobremadura, caída o en estado de fermentación)- las hembras de esta especie oviponen en frutas sanas y que se encuentran en proceso de maduración en el árbol, y preferentemente que posean una epidermis suave y delgada como algunos berries (frutillas, frambue­sas, moras, arándanos, uva, etc.) y frutos con carozo (cerezas, ciruelas, duraznos, etc.).

Los frutos vuelven más susceptibles a la plaga a medida que empieza el cambio de color, lo que coincide con el ablandamiento de la piel o epidermis de la fruta, y los niveles más altos de azúcar. Cabe destacar que existen diferencias en la susceptibilidad entre frutos de una misma especie y entre variedades, y si no hay fruta adecuada disponible, entonces D. suzukii podría atacar fruta dañada o deteriorada.

El ovipositor femenino es muy grande y aserrado, por lo que es capaz de penetrar en la piel fina y colocar sus huevos debajo de ésta, creando una pequeña depresión o punteadura sobre la superficie, y cada nidada de huevos es de 1 a 3, y la hembra puede oviponer en muchos frutos.

Pueden existir múltiples larvas dentro de una sola fruta y muchas hembras pueden ovipo­ner sobre la misma. Posterior a la oviposición, los huevos eclosionan y las larvas se desarrollan y alimentan de la pulpa de la fruta, haciendo que ésta cambie a un color pardo, generando que los frutos se vuelvan no comercializables. A menudo,  aparecen zonas hundidas y que exudan fluidos en la superficie de la piel de frutas como las cerezas y los arándanos, y puede ocurrir que este daño proporcione un sitio adecuado para la infección secundaria por hongos y/o bacterias.

Las principales especies comerciales a nivel internacional que se han visto afectadas pertenecen a las siguientes familias botánicas: Actinidia, Dios­pyros, Ficus, Fragaria, Malus, Prunus, Pyrus, Ribes, Rubus, Vaccinium Vitis, y los cultivos en los cuales se ha re­portado daño económico significante son: cerezas (Prunus avium), arándanos (Vaccinium spp.), frambue­sas (Rubus idaeus), frutillas (Fragaria spp.), moras (Ru­bus spp.), duraznos (Prunus persica) y ciruelas (Prunus domestica). Esta plaga ha demostrado tener una rápida expansión, una fecundidad típicamente alta y un ciclo vital de corto tiempo, lo que sumado a la disponibilidad de hospederos y a las condiciones climáticas de nuestro país, permiten concluir que existen las condiciones adecuadas para su establecimiento y dispersión en Chile.

¿Existen medidas de mitigación?

Cuando se exporta o moviliza fruta hospedante desde un país o área infestada a una zona libre de la plaga, pueden ser aplicadas medidas de mitiga­ción para evitar la dispersión a zonas no infestadas, las que tratamientos con frío, y/o fumigación con bromuro de metilo o dióxido de carbono/dióxido de azufre. También, resulta importante mantener sistemas de alerta para la detección temprana de la plaga, los que deben ser considerados de vital importancia en las zonas actualmente li­bres de D. suzukii.

En áreas con presencia de la plaga, se requiere efectuar actividades para evitar la expansión de ésta, contemplando en primer lugar el control cultural y físico contra ella.

Entre las actividades que de destacan, está la sanitización del huerto o cultivo, que incluye la remoción y destrucción adecuada de los frutos infestados y de cualquier fruta madura o podrida que permanezca en el sitio de cultivo, ya que podrían servir como medio de propagación de la plaga. / Referencias Servicio Agrícola Ganadero de Chile (SAG)

 

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