De acuerdo a lo indicado por asociaciones del sector, los carozos españoles tendrían un pronóstico negativo para esta temporada, con bajos precios en medio de menor volumen.

Según señaló prensa local, se espera que las producción de carozos sea menor al millón de toneladas, lo que se podría revisar a la baja una vez analizadas las últimas tormentas que impactaron a los frutales en abril y mayo.

De acuerdo con la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), el volumen esperado sería el más bajo de los últimos años, con una caída del 20% respecto al promedio de las últimas cinco campañas.

Lo anterior sin considerar las pérdidas del mes de abril, mayo y junio debidas a los problemas climáticos.

Afirmaron que regiones como Cataluña y Aragón han sido las más afectadas por los problemas climáticos, con impactos en la producción del 20% y en algunas zonas de hasta el 50%.

Además de lo mencionado, UPA indicó tras una reunión que pese a la menor producción, han visto precios menores a los esperados, lo que resulta contradictorio dada la poca disponibilidad de fruta.

Afirmaron que por el momento “no encuentran una explicación que justifique este comportamiento del mercado, salvo la especulación pura y dura”.

Debido a lo anterior, solicitaron a la Dirección General de Producciones y Mercados Agrarios una reunión de la Mesa de Fruta de Hueso para buscar posibles soluciones que desbloqueen esta situación, consignó el medio Valencia Fruits.

Afirmaron que, “de no ser así, a pesar de las bajas producciones, encadenaremos una campaña más de precariedad para los productores o en el mejor de los casos de mera supervivencia”.

El medio también destacó que la situación general en Europa de los principales países productores de carozos no es mejor a la española, lo que respondería a heladas primaverales.

Se proyecta que para Europa la producción de carozos disminuya en un 35% respecto de la media de las últimas campañas y un 20% respecto a 2020.

De hecho, en Italia se estima una caída de producción del 43% respecto a la media de los últimos cinco años y en Francia del 51%.