Luego de varios años, International Fruit Genetics (IFG) finalizó el caso de infracción, con el cual buscó proteger sus variedades de uvas en Western Cape, Sudáfrica.

Durante 2010, IFG concluyó un conjunto de acuerdos de licencia, plantación y comercialización con un agricultor de uva de mesa en Paarl, Sudáfrica, así como otras entidades agrícolas asociadas.

La firma dijo en un comunicado de prensa "en términos de los acuerdos, el agricultor tenía licencia para plantar, cultivar y comercializar varias variedades de uva IFG en Sudáfrica”.

“Sin embargo, durante una inspección, IFG determinó que este agricultor propagó algunas de las variedades de forma ilegal, más allá de los límites de licencia y cultivó y propagó una variedad IFG antes de que la protección para la variedad fuera concedida en Sudáfrica”, señaló  la compañía en el  comunicado.

“Tras una investigación adicional, IFG determinó que el agricultor robó un trozo de la variedad de uno de los viñedos del fundador de IFG en California, durante una visita y lo transportó a Sudáfrica, donde lo injertó, propagó y cultivó de manera comercial”, detalló el documento

Conducta ilegal 

La empresa explicó que“debido a la conducta ilegal de los agricultores, canceló todos los acuerdos que mantenía con el licenciatario y pidió que el agricultor cese todo uso del material de plantación patentado de IFG y destruya todo el material de plantación patentado de IFG cortando todas las vides por debajo la unión de injerto.”

“Desafortunadamente, el agricultor se negó a hacerlo, obligando a IFG a tomar medidas más drásticas, incluida la congelación de cuentas bancarias y el desacato a los procedimientos judiciales por incumplimiento de las órdenes del tribunal”, afirmó la empresa.

"Cuando quedó claro para el agricultor que IFG estaba tomando las medidas necesarias para proteger su propiedad intelectual, el agricultor aceptó y cumplió cortando las vides por debajo de la unión de injerto en todas las variedades IFG".

IFG dijo que “este caso marca un éxito impresionante para IFG y para todos los propietarios de derechos de fitomejorador (PBR), que son una forma extremadamente valiosa de propiedad intelectual. El respeto de estos derechos permite a los agricultores de todo el mundo realizar inversiones continuas, asegurando que la industria de la uva de mesa tenga un futuro brillante”.

Andy Higgins, director ejecutivo de IFG, señaló que “fue un largo camino de trabajo. Estamos felices de concluirlo”.Nuestros derechos de propiedad intelectual son el corazón de nuestro negocio y debemos protegerlos. No dudaremos en tomar medidas similares en otras partes del mundo dado el caso que sea necesario hacerlo”.