El Comité de Gestión de Cítricos (CGC) reclamó al Ministerio de Fomento español que realice las gestiones para garantizar el tránsito expedito del transporte de fruta fresca, tras los bloqueos por las protestas de los “chalecos amarillos” en Francia, ya que esto podría afectar la campaña de cítricos de San Nicolás, fecha en que aumenta considerablemente el consumo de estas frutas.

La organización exigió que el gobierno español que se logre un corredor seguro para productos perecederos, luego que los manifestantes cedieran en parte sus pretensiones.

El CGC argumenta que los bloqueos que han ocurrido en las últimas fechas entre España y Francia, así como también en importantes vías francesas pusieron en riesgo a la campaña citrícola de San Nicolás, que se celebra el próximo 6 de diciembre y cuando el consumo de clementinas y naranjas aumenta en Holanda, Bélgica y parte de Alemania, ya que las entregas programadas tendrán un retraso entre uno o dos días.

Asimismo, indicaron que además de poder afectar el punto más importante de la campaña de cítricos, se podrían producir alteraciones en los envíos de la época navideña.

“El impacto económico de las protestas sobre el sector será importante, pero podría ser “catas­tró­­fico” si no se da seguridad a los transportistas en las próximas fechas. Diciembre, no en vano, es el mes en el que más volumen de exportación se realiza todos los años: entre 620.000 y 700.000 toneladas, funda­men­­talmente de clementinas de Nules y de naranjas Navelinas”, indicó el Comité de Gestión de Cítricos.

En tanto, la CGC precisó que los envíos marítimos también están comprometidos por los bloqueos en las carreteras y las largas retenciones en las vías, dado que los despachos no llegarán a tiempo a la fecha de salida desde los puertos.

“Los envíos hacia Rotterdam –primer puerto hortofrutícola europeo- para ser reexpedidos a mercados terceros tan relevantes como el de Canadá, China, Estados Unidos u otros europeos no co­munitarios como Noruega, Finlandia o Islandia podrían no llegar en el tiempo programado y perder el fle­­te. En tal situación, más allá de las pérdidas directas para el operador, se plantearía un problema de orden lo­gístico dado que no existen lugares en tales zonas portuarias donde poder almacenar esa fruta”, declaró la institución.

Sin embargo, el CGC indicó que esta situación se suma a las complicaciones que ya experimentaba la actual temporada, luego que las lluvias redujeran los días en que se puede cosechar la fruta y al retraso de la maduración de las primeras clementinas y naranjas, que causó que la campaña comenzara con un retraso de dos a tres semanas.

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