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Cómo biofumigar el suelo con restos de repollos, brócoli, coliflor y rabanitos

Agrotecnia
Cómo biofumigar el suelo con restos de repollos, brócoli, coliflor y rabanitos

El contenido de este artículo de nuestra sección de Agrotecnia fue elaborado con información proveniente de www.tipsytemasagronomicos.com www.hortalizas.com y fue revisado y reeditado por Portalfruticola.com

En particular las plagas de la familia brassicacea (repollo, brócoli, coliflor y rabanito) emiten gases que son tóxicos para gusanos del suelo hongos y malezas. Esta técnica se ha utilizado en el cultivo de tomate, berenjena, Haba, etcétera.

Plagas que controla.

* Nematodos polifagos
* Hongos fitopatogenos

Materiales e insumos para realizar la biofumigación

* 3 kilogramos por metro cuadrado de repollo o alguna otra planta de esta familia brassicacea sp.

Pasos para la preparación

* Se utilizarán 3 kilogramos por metro cuadrado de repollo picado, se incorporan al suelo por medio de una rastra de discos o a mano por medio de un azadón o asada.
* No deben de ser enterrados a más de 30 cm de profundidad ya que estos perderán sus propiedades desinfectantes, fungicidas y herbicidas.
* Se esperan de 2 a 3 semanas aproximadamente y se siembra o se trasplanta el cultivo a favor.

Para aumentar la calidad de la biofumigacion se puede agregar plástico arriba del terreno una vez triturado y agregado el repollo o coliflor dándole un extra con la solarización.

Esto se realiza de la siguiente manera: Después de haber incorporado el material picado de repollo a el cultivo de terreno se colocan mangueras de riego colocadas en su surco, después se coloca el plástico transparente en toda la superficie de siembra Incluyendo los callejones. Se debe de regar 5 horas continuas por 2 días dejando los plásticos de 30 a 45 días tomando en cuenta que debemos de tener disponible la luz del sol al menos 6 horas del día esto para que nuestra solarización y biofumigación sean más eficaces.

Biofumiga con brasicáceas

La producción de hortalizas a nivel mundial está expuesta a problemas de patógenos que atacan a raíces o partes aéreas y que consecuentemente reducen la producción y calidad de estos cultivos.

Dentro de las enfermedades de hortalizas destacan aquellas causadas por hongos, bacterias y nemátodos originados en el suelo.

La necesidad de encontrar métodos sustentables que reduzcan estos problemas se ha vuelto de gran interés para los agricultores.

El manejo tradicional para reducir o controlar patógenos del suelo ha sido el uso de desinfectantes químicos — uno de los más utilizados en su día, el bromuro de metilo.

Precisamente debido a la prohibición de este químico por su fuerte efecto en la disminución de la capa de Ozono es necesario encontrar otros métodos más sustentables de control de patógenos.

Métodos biológicos de control

Un método o técnica biológica de control de patógenos es la de biofumigación, la cual consiste en la incorporación al suelo de grandes cantidades de materia orgánica fresca, donde se incluye uso de estiércol y plantas de la familia de las brasicáceas tales como brócoli, coliflor, col de bruselas, y repollo).

La técnica de biofumigación se basa en la acción de fumigantes de las sustancias volátiles que resultan de la biodescomposición de la materia fresca.

Entre los patógenos donde se ha reportado una reducción de niveles utilizando la biofumigación se encuentran Fusarium oxysporum, Rhizoctonia solani, Phytophtora sp., Phytium sp. Verticillium dahliae, Sclerotinia sp. y nemátodos (Pratylenchus sp.).

Pasos de la biofumigación

Una vez que los residuos de brasicáceas son incorporados, se aplica un riego para sellar el terreno, y es ahí cuando se inicia la primera etapa — cuando el efecto biocida de las sustancias volátiles sobre las poblaciones de patógenos se da en un periodo no mayor de tres días.

La población de hongos saprofitos, antagónicos a los patógenos se ve favorecida por la materia orgánica.

Lo anterior favorece a su vez a los microorganismos consumidores de materia orgánica, como los hongos Trichoderma, Aspergillus, Penicillium, Alternaria, los cuales desplazan por competencia a los patógenos.

Cuando se pierde humedad en el suelo, aumenta su contenido de oxígeno, y es ahí cuando hay desprendimiento de las sustancias biocidas que se formaron en la primera etapa.

La última etapa ocurre después de 2 a 3 semanas. Aquí los microorganismos del suelo se estabilizan, predominando los saprofiticos y antagonistas sobre los patógenos, lo que ayuda a continuar sembrando nuevos cultivos.

Brasicáceas en biofumigación

El uso de cultivos de esta familia es una de las mejores alternativas, ya que no es difícil y es económica. Estas plantas contienen unos compuestos llamados “glucosinolatos,” que al hidrolizarse dan origen a los isotiocianatos. Estos compuestos son eficaces contra patógenos e insectos y en algunos casos la germinación de semillas.

Entre las especies importantes de brasicáceas están nabo forrajero, repollo, brócoli, coliflor y col de bruselas; otra planta de interés es el sorgo (Sorghum bicolor o S. sudanense), el cual contiene compuestos cianhídricos.

Objetivos de la biofumigación

Un objetivo importante de la biofumigación es el control de patógenos del suelo, reduciendo sus poblaciones. Otro de los efectos es la mejora en la disponibilidad de nutrientes; se aumenta la materia orgánica, se incrementa la disponibilidad del fósforo, y se mejora el control de malezas (inhibición de semillas).

Esta técnica debe ser considerada dentro de los programas de rotación de cultivos en los sistemas de producción de hortalizas.

Efectos indirectos de la biofumigación

  • Producción de sustancias volátiles (isotiocianatos), aminoácidos y fenoles en el proceso de Biodegradación de la Materia Orgánica.
  • Degradación de Materia Orgánica que se incorpora, donde intervienen un gran número de microorganismos que serán favorecidos y que afectan como antagonistas a patógenos del suelo (Trichoderma, Penicillium ).
  • Formación de condiciones de anaerobiosis (falta de oxígeno) que se crea en el suelo, debido a la inundación de terreno, lo que provoca un efecto inhibidor sobre los patógenos del suelo.
  • Adicionar materia orgánica mejora la fertilidad y estructura del suelo, y recupera al efecto de sanidad en el mismo.

Fuente: www.tipsytemasagronomicos.com www.hortalizas.com

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