Argentina autoriza comercialización de papa transgénica

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Argentina autoriza comercialización de papa transgénica

En Argentina se autorizó la comercialización de la semilla, y de los productos y subproductos derivados de la primera papa transgénica TIC-AR233-5, resistente al virus PVY, también conocido como "Virus Y de la papa".

El tubérculo fue desarrollado mediante un acuerdo entre el CONICET, representado por el Instituto de Ingeniería Genética y Biología Experimental (INGEBI) y la empresa argentina Tecnoplant del grupo SIDUS, a fines de los años 90, siento Tecnoplant la encargada de comercializar la semilla.

La papa transgénica evitará pérdidas en el rendimiento productivo, el que puede llegar a disminuir en un 70% por infección viral y reducirá la aplicación de agroquímicos en su cultivo, según informó la empresa.

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) aprobó la información complementaria requerida para dar cumplimiento a todos los criterios técnicos establecidos, informó el diario La Nación.

“El Senasa es el encargado de evaluar la toxicidad, alergias y que no se deterioren los atributos nutricionales del cultivo, y este último eslabón era el que faltaba”, explicó Andrés Murchison, secretario de Alimentos y Bioeconomía al medio local.

Murchinson, explicó que, gracias a la nueva semilla, se podrán disminuir los costos de manejos asociados al cultivo y optimizar la calidad del producto final.

El virus de la papa, PVY por sus siglas en inglés, es el segundo más importante, después del virus del enrollamiento de la hoja de la papa (PLRV), y que se perpetúa por tubérculos infectados. Se transmite por áfidos (pulgones) en forma no persistente, como así también a través de maquinarias y herramientas, comunicó el diario.

Otros cultivos

Se espera que en el futuro se sigan optimizando los procesos regulatorios para otros cultivos, según comentó Murchinson.

“Es probable que se concreten más liberaciones antes de fin de año y ojalá todas ellas sean motor de nuestra bioeconomía”, agregó el secretario.

En Argentina también se liberó un maíz de Monsanto, que tiene androesterilidad inducible, por lo que cuando se pulveriza con glifosato, en un momento específico de desarrollo de la planta, se frena el avance del polen, lo que implica un mejor control de la genética.

Además, se está trabajando en algodón modificado, maíces resistentes a herbicidas y soja resistente a la sequía.

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