La generación de ozono se presenta como una tecnología amigable para la producción de berries, la cual tiene una acción descontaminante en los frutos.

Fruta de mejor calidad y que los consumidores reciban productos cada vez más saludables y también amigables con el medio ambiente, es una realidad en aumento y que productores no pueden dejar pasar.

En este contexto, la Universidad de Talca presenta una interesante innovación que promete poner fin al uso excesivo de plaguicidas y dar una opción más sustentable.

Se trata de un proyecto que ejecutará la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Talca en conjunto con el Instituto de Química y que es liderado por el profesor Diógenes Hernández, informó la misma universidad.

El sistema inteligente que desarrollará Hernández funciona con energía fotovoltaica, generando así ozono que posteriormente será inyectado al agua de regadío y suelos de plantaciones de berries, permitiendo de esta forma la disminución de los contaminantes biológicos existentes.

“Es una oportunidad para obtener una solución a los actuales problemas que se producen en los cultivos de berries. Esperamos tener un impacto positivo que ayude a los productores a acercarse a una agricultura sustentable, por ejemplo, evitando el uso de compuestos químicos convencionales y aumentado la cantidad fruta cosechada entre otras”, explicó el director del proyecto.

La iniciativa –que cuenta con el apoyo del Gobierno Regional del Maule a través del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC-R)- se denomina “Uso de ozono para el tratamiento de aguas de regadío y suelos en berries”, y comenzará a ejecutarse este año.

Según sostuvo Diógenes Hernández, uno de los beneficios de esta tecnología, será el producto de mejor calidad que recibirán los consumidores, puesto que estará libre de plaguicidas, dado que la técnica que se utiliza permitirá disminuir o eliminar el uso de estos químicos.

“Hay un valor agregado para el medio ambiente, debido al uso de tecnologías renovables para el tratamiento de microorganismos, la disminución de agroquímicos en plantas y en el agua, lo que puede significar una mejora en la estructura morfológica del vegetal, facilitando con ello una mejor absorción de minerales y una optimizada interacción entre la planta y el suelo”, comentó.

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