Sustrato es un medio para cultivar. Su función es sustituir al suelo, permitiendo el anclaje y adecuado crecimiento del sistema radicular de la planta. Turba, musgo y corteza son algunos de los sustratos que agricultores emplean en sus cultivos. Si bien, todos ellos cumplen su rol en la agricultura, no necesariamente son amigables con el medio ambiente. El sustrato de coco y su origen sustentable busca cambiar esta realidad.

Sustrato de coco. Fotografía: Gentileza Agrícola Terra.

La fibra de coco es un tipo de sustrato cada vez más usado en semilleros y grandes cultivos. Se obtiene como residuo de las fibras de los frutos del cocotero. Entre sus características destaca su buen equilibrio entre retención de agua y capacidad de aireación, de esta forma evitamos enfermedades de origen fúngico (hongos) en las raíces por exceso de humedad.

Para conocer más sobre su origen, modo de emplo y características, Portalfruticola.com conversó con Ingrid Ulriksen, gerente de produccion en Agricola Terra, representantes en Chile de la marca holandesa Jiffy, productores de sustrato de coco.

“En la década '70, un holandés concluyó que el uso de la turba como sustrato no era sustentable. Él quería encontrar un sustrato que si lo fuera y es así como decide viajar a Sri Lanka para comenzar a trabajar en las primeras producciones de coco”.

Ulriksen cuenta que su relación con Jiffy comenzó en 2014 luego de que un proveedor de materia vegetal les enviara un sustrato especial para plantas madres que tenía su vivero. El producto funcionó muy bien y fue así como decidió ponerse en contacto con la marca holandesa para vender este sustrato en Chile.

“Fuimos bastantes innovadores porque el tema de la fibra de coco había comenzado siendo muy caro y sin un desarrollo tecnológico y con Jiffy si tenemos este desarrollo”.  

Usos Condiciones a la hora de usar el sustrato

En Chile, su uso comenzó en viveros de flores (claveles), pero rápidamente llegó al mundo de la agricultura, siendo las plantaciones de tomates las que primeros lo emplearon. Hoy, los cultivos de este fruto junto y las de los arándanos soiembra.

“El sustrato es apto para lo que quieras, el tema es cómo lo maneja. Por ejemplo, sirve para los arándanos, pero tienes que estar acidificando permanentemente porque tiene un pH muy alto (entre 5,5 y 6,5)  y el arándano, generalmente, necesita menos”.

El clima tampoco es una limitante para su uso. No obstante, es la técnica la importante en su aplicación.

“Cuando usas coco siempre tienes que fertilizar, por lo que pasa a ser un cultivo más técnico. En cada riego se deben aplicar fertilizantes y medir conductividades eléctricas. Para que el sustrato tenga un buen uso nosotros (junto a Jiffy) hacemos capacitaciones con el fin de que quienes lo usan comprendan cómo se desarrolla. Creamos una masa cítrica que sepa y que esté más tecnologizada”.

El origen del sustrato de coco es importante para el buen funcionamiento de la plata. Según Ingrid Ulriksen, opciones para comprar el producto hay varias, pero para que el cultivo entregue buenos frutos, el sustrato debe cumplir con un proceso adecuado.

El sustrato tiene que estar estéril, sin malezas, lavado y compostado. Así, el agricultor que de uso al producto podrá plantar en cualquier lugar. “Esta es una de sus ventajas”, comenta Ulriksen.

Ventajas frente a otros sustratos

El sustrato de coco, al contrario de la turba, absorbe muy rápidamente el agua cuando está seco. Tiene la capacidad de retener y liberar nutrientes, permitiendo un crecimiento más vigoroso de las plantas y raíces. Además, evita pérdidas por lixiviación y ejerce un efecto amortiguador si hay errores de abonado.

Para las plantaciones de arándanos, el uso de cortezas en el suelo es bastante común. Sin embargo, su problema son las formas del compostaje que tiene. Según Ulriksen “no estás seguro si te va a parecer un hongo o una fuente de contaminación la que, finalmente, pueda arruinar toda tu inversión”.

Otro sustrato muy empleado en el sector es la turba, la cual se ha comprobado que no es sustentable con el medio ambiente, porque a que su extracción genera un gran impacto en el ecosistema. Datos confirman que un centímetro de turba tarda un siglo en volver a crecer. 

El sustrato de coco viene a ser una opción ecológica y sostenible. Si bien requiere de un mayor manejo técnico, el aprendizaje de éste no es difícil. Lo importante es que su extracción y posterior eliminación no conlleva impacto medioambiental.

Fotografía: Shutterstock. 

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