Chile: Producción de cepas finas en Ñuble está muy por debajo de su potencial
Pese al indiscutible potencial vitivinícola de Ñuble, que es reconocido en el Decreto 446, que lo pone entre las zonas con denominación de origen para este producto, la provincia se caracteriza por sus vinos y viñas más genéricas, con las variedades País (tinto) y Moscatel de Alejandría (blanco), que son las predominantes. Sin embargo en las últimas décadas, tímidamente han ido creciendo la superficie de cepas finas, como se puede apreciar en el Catastro Nacional de Vides de Vinificación 2010 que prepara el Servicio Agrícola y Ganadero, y que en los últimos años ha cambiado su formato para ser más funcional y exacto.
Existe una razón clara para que las cepas País y Moscatel de Alejandría sean lejos las más cultivadas en la zona y es su eficiencia en el uso del agua, que le permite ser rentables en condiciones de secano y no requieren de mayores inversiones, lo que no es posible con las otras cepas finas, ya sean blancas o tintas, que requieren de riego y conducción (alambrado), para ser competitivas. A pesar de esto, algunos empresarios visionarios, introdujeron riego y cepas finas en la provincia y están obteniendo buenos resultados en calidad y ventas.
Cabe señalar que las cifras que entrega SAG, carecen de información completa en las variedades tradicionales (País y Moscatel de Alejandría), ya que la declaración de las plantaciones se hacen a través de Internet y muchos pequeños propietarios no tienen acceso a este instrumento de comunicaciones.
Por ello de las más de 5.500 hectáreas de País y un número similar de Moscatel de Alejandría, que se ubican principalmente en Ñuble (según consta en datos de catastros anteriores del 2008), sólo se consideran 2.264 hectáreas de uva País, y 2.889 de Moscatel de Alejandría o Italia, como también se llama en la zona.
En tanto, de cepas finas, en la Octava Región hay sólo 1.903 hectáreas de tinto y 1.031 en blancos. En lo que respecta a tintos, las variedades predominantes son Pinot Noir (464 hectáreas), aunque en la Provincia de Ñuble sólo existen viñedos importantes de esta cepa en Bulnes (44,51 has.), San Nicolás (18,36 has.) y Chillán (10 has.). Le sigue Cinsault (460 has.), donde las principales superficies están en Coelemu (180,16 has.), Ránquil (122,59 has.) y Trehuaco (53,51), todas de la Provincia de Ñuble. Las otras cepas tintas importantes en la VIII Región son Cabernet Sauvignon (439,58 has.), Carmenere (116,22 has.) y Merlot (151,51 has.), que mayoritariamente corresponden a Ñuble.
A nivel de la Octava Región el catastro considera 16 variedades que se cultivan en la zona, que son Cabernet Franc, Cabernet Souvignon, Carignan, Carmenere, Cinsault, Corinto, Malbec, Lagrima Cristi (con sólo una hectárea en la comuna de Bulnes), Merlot, País, Petit Verdor (con sólo 0,6 has. en Bulnes), Pinot Meunier (0,1 ha. Bulnes), Pinot Noir, Syrah, Tinytoreras y Zinfandel (1 ha., Bulnes).
Cepas blancas
En variedades blancas después de la Moscatel Alejandría en la región viene la cepa Chardonay (379,87 has.), Sauvignon Blanc (289,67 has.) y Chasselas (120,41 has.). En la última cepa señalada se puede decir que Quillón tiene la exclusividad en Chile de esta variedad, según el catastro 2010, ya que cuenta con 118,31 hectáreas, la superficie restante está en Ránquil (1,6 has.).
El catastro considera 21 variedades de uva blanca vinífera en la Octava Región que son: Cargadora, Chardonay, Chasselas, Cinsault, Gewuztraminer, Marsanne, Moscatel Amarila (menos de una ha.), Moscatel Austria, Moscatel de Alejandría, Moscatel Negra, Moscatel Rosada, Pedro Jiménez, Pinot Blanc, Pinot Gris, Riesling, San Francisco (menos de una ha.), Sauvignon Blanc, Sauvignon Vert, Semillón, Torontel y Viognier.
Potencial
La gran variedad de cepas blancas y negras que se están probando en la región, muchas con superficies mínimas y algunas exclusivas a nivel nacional, indican que hay interés en este rubro, aunque aún no se ha expresado en su potencial.
Ya hay variedades probadas en estos climas, como es el caso del Pinot Noir en Nacimiento, Negrete y Yumbel, que ya está entrando en Ñuble y el abanico de posibilidades para el clima y suelo, es auspicioso.
Además hay que considerar que en la Provincia de Ñuble, la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción es un potente vivero de Enólogos, formados por expertos como el profesor Ricardo Merino.
Otro elemento que se subutiliza en la zona es la denominación de origen, que porcentualmente muy pocos productores utilizan. Ñuble en este momento es un gran vendedor de uva vinífera y el gran desafío es recuperar la capacidad de producir vino, agregándole el atributo de calidad.
Fuente: Diario La Discusión